Una revolución armada
"Si llegaran a asesinarme, los revolucionarios deben profundizar la revolución, radicalizarla, tomar todo el poder, absolutamente todo y barrer a la burguesía". Repitió la vieja frase, "se trata de una revolución armada" y el acto efectivamente constituyó, según comentaristas, una demostración de que el socialismo del siglo XXI es tarea de hombres con fusiles. Anunció que al día siguiente viajaría a Nicaragua, para firmar nuevos convenios con el comandante Ortega, y que no renunciaba al sueño de que el ALBA llegue a ser la alianza de toda Latinoamérica bajo las mismas banderas de la revolución venezolana. Como es usual, continuó viaje a Cuba para hablar con los hermanos Castro.
Venezuela puede generar una carrera armamentista en la región, han afirmado gobiernos y analistas. En la visita de Vladimir Putin, Rusia y Venezuela, sellaron, según Chávez, una alianza estratégica. Agregó haber revisado con Putin "los proyectos para seguir incrementando la capacidad de defensa de Venezuela", habiendo añadido a la "ecuación binacional" la energía atómica y que hay disposición para "elaborar el primer proyecto de una central de energía nuclear, así como participar en un proyecto espacial".
Venezuela ha adquirido aviones de caza Sukhoi, helicópteros y rifles Kalashnikov, tanques y misiles antiaéreos S-300 y otros equipos bélicos por un valor de 6.000 millones de dólares. En rueda de prensa conjunta anunciaron una compañía mixta para la producción y el mejoramiento de crudo en la Faja del Orinoco, con una inversión de 20.000 millones de dólares, para producir en cinco años 450.000 barriles diarios. EE.UU. reaccionó mofándose de los planes espaciales de Chávez, "quien debería centrarse más bien en las necesidades reales de los ciudadanos". El secretario de Defensa, Robert Gates, desestimó que el Gobierno de Chávez represente "en la actualidad un reto o amenaza militar". Afirmó que el interés de Chávez en profundizar sus lazos con Irán podría tener un objetivo de "relaciones públicas", ya que de esta manera podría "distraer de las dificultades que tiene al tratar de figurar en el escenario mundial".
Según un analista venezolano, quien ha logrado "distraer" a los americanos de los acuerdos con Irán sobre el tema nuclear, es Chávez. Asombra, agregó, que EE.UU. no le dé importancia a los acuerdos con Ahmadinejad, en las numerosas reuniones sostenidas en Teherán y Caracas, y a la realidad de la presencia iraní en el país, que incluye el suministro de uranio. Con razón -agrega- Chávez afirma que su gran ventaja en la lucha contra el imperialismo es que los adversarios lo menosprecian. En opinión de Venezuela Hoy, el freno al objetivo chavista de tener armas nucleares depende de los valores éticos de Putin y Ahmadinejad, dos personajes con un historial de muy poco respeto a la moral.