¿Qué podemos hacer por Obama?

España · M. Medina
Me gusta 0
12 octubre 2009
La foto de Zapatero en la Casa Blanca con Obama es sin duda una ocasión para felicitarse. Desde que ganara las elecciones en 2004 las relaciones con la administración estadounidense no han acabado de normalizarse. El error que cometió en octubre de 2003 el entonces líder de la oposición, al quedarse sentado ante el paso de la bandera de las barras y estrellas en la fiesta de la Hispanidad, ha tardado cinco años en corregirse. La equivocación de confundir la política de un determinado gobierno de Estados Unidos con los símbolos de la nación fue gorda. Pero Zapatero ha seguido confundiendo el americanismo o antiamericanismo con la cercanía o distancia ideológica de demócratas y republicanos.

Todavía en plena campaña de las presidenciales, hace un año, se pronunciaba claramente a favor de Obama y contra McCain en declaraciones al New York Times. A pesar de que lo sugiere la academia sueca con su Nobel de la Paz, Obama de momento no protagoniza un cambio acusado respecto a la política de Bush. En Afganistán y en Iraq las cosas han cambiado poco y la retirada del escudo antimisiles, si acaso significa algo, es un gesto simbólico hacia Rusia. La foto es para felicitarse porque una razón ideológica, el partidismo obamista, nos ha permitido restablecer unas relaciones que nunca debimos haber perdido.

Lo malo son las pretensiones con las que Zapatero acompaña la visita a la Casa Blanca. En julio el presidente del Gobierno ya dijo que "no debemos preguntarnos qué puede hacer Obama por nosotros sino qué podemos hacer nosotros por Obama". El parafraseo de Kennedy evidencia un seguidismo pernicioso. Obama no quiere nada de España y casi nada de Europa. Como han señalado algunos analistas estamos ante el presidente más volcado en Asia y el Pacífico de los últimos tiempos. Por eso ni siquiera la presidencia europea va a suponer una oportunidad para que Obama fije su atención en España. Obama por el momento no lidera alianza de civilizaciones alguna ni una revolución radical. En los últimos meses ha añadido algo más del multilateralismo y ha retocado algunas cuestiones sociales. Está desorientado en América Latina y muy preocupado por no molestar a Chávez. Y sigue atascado en su reforma sanitaria.

Zapatero se abraza a un Obama errático en la América de habla hispana, que no se ha definido en muchos campos y que pierde popularidad a chorros. A Zapatero las encuestas tampoco le van bien: le mantienen cuatro puntos por debajo del PP.

Noticias relacionadas

Las manos que mecen y desmerecen la Constitución
España · Juan A. Pérez Morala | 0
Todo empezó con la Ley conocida como de la “memoria histórica”, de 2007, con la que Zapatero rompía en pedazos el espíritu de la ejemplar Transición y el gran valor de la concordia plasmada en la Constitución (C.E). Después, en 2022, Sánchez vio también rentable volver a dividir a los...
19 diciembre 2024 | Me gusta 0
Estados de ánimo
España · Javier Folgado | 1
El Congreso del PSOE y la suspensión de la negociación de los presupuestos autonómicos por parte de Vox han marcado la agenda política en los últimos días. La auto victimización no nos permite ver el bosque en sus diferentes tonalidades y hace sentir todo lo extraño como potencial enemigo. ...
9 diciembre 2024 | Me gusta 3
No se meta usted en política
España · Luis Ruíz del Árbol | 0
La dicotomía entre lo político (ineficaz, caro, esencialmente corrupto) y lo técnico (eficiente, económico, transparente) es el nuevo caballo de Troya que una parte de las élites globales está usando para debilitar la credibilidad y la confianza en las instituciones, y facilitar así su asalto...
3 diciembre 2024 | Me gusta 3