El recurso no usado de la sociedad civil
Es la dialéctica que tan buen resultado le ha dado a Zapatero en los últimos cinco años, la de enfrentar a los españoles: ahora enfrenta "mediáticamente" a ricos contra pobres, dentro de unos meses enfrentará a los defensores de la vida contra los partidarios del aborto y más tarde a los partidarios del crucifijo en las escuelas contra los laicistas irredentos. No importa que el enfrentamiento sea más virtual que real. En realidad las rentas del capital, la de los ricos de verdad, no van verse penalizadas. Los ricos de verdad, los que disponen de más de dos millones y medio de euros para invertir constituyen SICAV que tributan al 1 por ciento.
Lo importante es esconder con un nuevo enfrentamiento entre los españoles el fracaso de una política económica que nos ha situado en la tasa de paro más alta de la Unión Europea (este martes han hecho públicos datos de Eurostat demoledores) y que sólo ofrece como solución la ampliación de la ayuda a los que no cobran ya subsidio de desempleo. El PP tiene por delante la tarea de desenmascarar la estrategia de confrontación sin dejarse atrapar por la gran publicidad que le dan algunos medios al caso Gürtel. Para conseguirlo la oposición política tiene un recurso que no utiliza adecuadamente: la potencialidad de la sociedad civil, la España que trabaja para salir de la crisis, que hace frente a las dificultades, que sigue creando, que mantiene los empleos a pesar de la que cae y que ve con horror la voracidad recaudatoria de un Estado asfixiado por déficit y deuda.