Los mundos de Coraline
Con muchos referentes literarios como Alicia en el País de las Maravillas o Hansel y Gretel, Selick despliega un fascinante e imaginativo mundo visual en tres dimensiones que se entroniza rápidamente como uno de los mayores espectáculos cinematográficos de la temporada. La paternidad, los falsos paraísos, el equívoco de las apariencias… son temas que se declinan para llegar a la misma conclusión que El mago de Oz, que en casa se está mejor que en ninguna parte…, aunque la casa no sea perfecta.
Concebida como una película infantil, los más pequeños pueden perderse ante un complicado argumento o sucumbir ante el tenebrismo de ciertas situaciones. También hay algún guiño demasiado adulto. Pero los niños mayores de 11 de años disfrutarán con este derroche de estilo visual y con interesantes moralejas. 54 platós y 18 meses de rodaje obligan a ver este film sólo en salas que exhiban su versión estereoscópica.