La Merkel y los enredos del aborto
En las cumbres del G-20 y de la OTAN quedó claro que el eje franco-alemán, encarnado ahora en la Merkel y Sarkozy, es el que sigue llevando la batuta. Merkel no tiene ninguna prisa para que Turquía entre en la Unión Europea, a pesar de las presiones de Obama, que hace lo que siempre han hecho las administraciones estadounidenses. Y su criterio y el de Sarkozy es el que manda. Merkel tiene diez puntos de ventaja en las encuestas para las elecciones del próximo mes de septiembre. En realidad el gran debate se plantea dentro del CDU. La canciller quiere bajar impuestos, como Rajoy, y sus compañeros de partido se niegan. En cualquier caso, Mayor Oreja ha tenido ocasión de mostrar que, después de seis años, está en los temas europeos y que apuesta por más cohesión interna en el PPE. Ha insistido además en la "primacía de la persona" para hacer frente a la crisis. No es una apelación genérica, subraya el protagonismo de la iniciativa personal frente a las tendencias estatalistas.
Los socialistas siguen haciendo campaña con el aborto. Pero ahora tienen que salir al paso de las voces críticas, no fuera sino dentro de su partido. López Aguilar este martes, en un encuentro en Servimedia, se ha visto obligado a contestar a las críticas hechas por el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha. José Barreda está en desacuerdo con que se deje abortar a chicas de 16 años sin consentimiento paterno. "Todo el mundo sabe que el PSOE es un partido de hombres y mujeres libres, que no temen la libre expresión de las posiciones personales" -afirmó Juan Fernando López Aguilar-. Y después añadió que, pese a respetar la opinión personal de Barreda, "el PSOE es un partido" que ha adoptado una "posición política", que se "expresa en la iniciativa del Gobierno" con este anteproyecto de ley, "que apoyará, sin fisuras, el Grupo Parlamentario Socialista en su conjunto". Aviso a navegantes.
Zapatero en la misma dirección, en una rueda de prensa en Moncloa, defendía el aborto de las menores. La reforma de la regulación del aborto como argumento dominante puede írseles a los socialistas de las manos. Bibiana Aído, la joven ministra de Igualdad, al afirmar que el feto no es un ser humano ha abierto una polémica que hasta el momento el Gobierno ha evitado como si fuera la peste: no quería discusiones objetivas y científicas sobre la vida.