PP y PSOE con ADN compartido: ni tan mal
“Es una anomalía democrática, es un desprecio a la democracia que el presidente en funciones no quiera someterse a debates electorales”. Eso es lo que decía en las elecciones de 2015 y en las de 2016 el líder de la oposición que era Sánchez. Ahora ha quedado claro que al Sánchez presidente en funciones no le gustan los debates. En abril tardó en comprometerse a debatir y cuando no le quedó más remedio intentó solo asistir al debate de TVE. Iglesias, Casado y Rivera le obligaron a ir al de Antena 3. A Sánchez no le gustan los debates pero sí le gustan las entrevistas. En la última ha declarado que Cataluña no necesita una reforma del Estatuto. En julio de 2018 Sánchez se estrenaba en el Gobierno prometiendo una reforma del Estatuto de Cataluña para que los catalanes votasen dentro de la Constitución.
Ya lo único que le falta es decir que no habrá indultos. En realidad ya lo ha dicho Iceta. El líder del PSC ha asegurado en las últimas horas que no habrá amnistías. Las amnistías en España están prohibidas desde la Constitución. Se refería a los indultos. El Sánchez constitucionalista suena bien si uno se olvida de muchas cosas.
Sánchez quiere recuperar los votos de Ciudadanos. Casado quiere recuperar los votos de Vox. Le ha pedido a Abascal que haga un Errejón y no se presente en las 26 circunscripciones en las que Vox resta. En abril 800.000 votos de Vox se quedaron sin representación.
Abascal ha reaccionado ofendido asegurando que el PP y el PSOE tienen el mismo ADN. No sería mala cosa que el PP y el PSOE tuvieran una composición genética similar. Por encima de sus diferencias son dos partidos de Estado.