La sangre de los mártires y la ironía cristiana de construir la ciudad
17 abril 2017
La liturgia de la Semana Santa, que acabamos de celebrar, nos ha puesto delante de los ojos el hecho imponente de que la salvación del mundo no acontece mediante la victoria de una justicia o de un poder humano, sino mediante el sufrimiento del Justo, mediante la muerte y resurrección de Jesús. Para los apóstoles, que no andaban sobrados de filosofía, se trataba de algo a la vez sencillo y tremendo, que tuvo que cambiar radicalmente su modo de pensar. 
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