El Papa Francisco vuelve a intentarlo en Venezuela
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el secretario general de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas), Ernesto Samper, han confirmado la existencia de una nueva carta del Papa Francisco al mandatario venezolano para apoyar el diálogo, único camino para superar la crisis del país que comenzó hace más de cinco años con efectos devastadores en la extenuada población. Según Maduro, las palabras del Papa apoyan la paz, la democracia y la soberanía de la nación. El presidente venezolano, en el curso de su programa por radio y televisión (“Contacto con Maduro”) declaró, después de haber confirmado la carta del Pontífice: “Le agradezco al Papa Francisco sus conceptos en esta comunicación en la que se comprometió con los diálogos de paz”.
El ex presidente colombiano Samper, en un encuentro privado con Maduro, entregó al presidente venezolano la carta del Santo Padre sin revelar ningún detalle. A raíz de este encuentro, Maduro observó que se ha discutido mucho sobre las posibles iniciativas para retomar el camino del diálogo en el contexto de la mediación que, en nombre de la UNASUR, lleva adelante el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, con el apoyo de dos ex mandatarios latinoamericanos (Leonel Fernández, de República Dominicana, y Martín Torrijos, de Panamá). En realidad la mediación se encuentra “atrancada” desde hace semanas debido a las condiciones preliminares de las partes –gobierno y partidos de la oposición– para sentarse a una mesa, y ya muchos lo han definido como “diálogo muerto”.
La carta del Papa, según la prensa local, reitera la pública posición de la Santa Sede en esta larguísima y dolorosa crisis y podría haber sido escrita para relanzar la mediación, “paralizada e inactiva”. La Sede Apostólica y el Papa desde el primer momento, ya en 2013 cuando fue elegido Francisco, afirmaron siempre que la situación venezolana tiene una sola salida: el diálogo, y por eso en reiteradas oportunidades, incluso con otras cartas del Pontífice, declararon la disponibilidad vaticana para ayudar y facilitar este diálogo demasiadas veces postergado sin perspectivas.