No puede gobernar un país en crisis
Si después de ofrecer, llevando como eslogan en la campaña electoral, el pleno empleo, cuando el paro ya estaba aumentando y la crisis era notoria, no reconoce haberlo prometido, es que considera a los ciudadanos como a niños que se les cuenta un cuento para que duerman. Si afirmar que no hay la crisis y tachar de antipatriota a quien hable de ella no es negarla, es que tenemos un presidente que miente cínicamente. Si, en palabras de miembros de su Gobierno y de su partido, "un presidente que miente no puede gobernar un país serio", esperamos que, al menos en alguna cosa sea coherente, coja los trastos y se vaya. Y es que, según el último programa, un presidente que ante las evidencias no reconoce que ha mentido, no responde a las preguntas de los ciudadanos y no aporta soluciones, no puede gobernar un país y menos en crisis.