Lo que el Misterio echa de menos
´Me han diagnosticado un cáncer y ya no tiene tratamiento. Pero he querido venir al Meeting como otros años. Y no me ha defraudado. Acabo de escuchar la explicación del lema, acabo de escuchar que Dios tiene nostalgia de mí, que yo le falto a Dios y he visto de otro modo mi enfermedad´. Quien habla es una mujer española. No ha tenido lo que se suele llamar una vida fácil. ¿Por qué una lección sobre el lema del Meeting puede cambiar el modo de vivir un cáncer terminal?
El Meeting de Rimini ha querido este año volver a una fórmula que utilizó durante las primeras ediciones: los lemas largos. En este caso se trata de unos versos del poeta Mario Luzi: ´¿De qué es ausencia esta ausencia, corazón, que de repente te llena?´. Le ha tocado glosarlos al padre Mauro Giuseppe Lepori, abad general de los cistercienses. El hábito blanco y negro. El hablar pausado, monacal. El contenido contundente. ´No se puede escapar de esta ausencia, de este faltarte algo que es como un río lento y fangoso que corre hacia el mar sin darse cuenta´. Solo la mentira le hace a nuestro corazón olvidarse de que está dominado por una ausencia. El silencio en la sala, donde escuchan 5.000 personas, se puede tocar. Se habla de cosas serias, de cosas que siempre se censuran. ´La gente piensa que en el Meeting se habla de estrategias políticas, pero no saben que se habla de esas cosas de las que yo solo hablo muy en privado y a media voz´, comentará luego Pietro Modiano, un banquero durante muchos años anti-celino.
´El corazón se censura habitualmente porque está marcado por la ausencia de la que hablan los versos de Lepori´, continua el abad. El corazón solo sale del olvido, de la soledad cuando ocurre algo, cuando se abre una herida, cuando te impacta una flecha, cuando vives un encuentro. ´Es lo que me sucedió a mí a los 17 años. Aquel encuentro con el cristianismo me hizo precisar de quién era la ausencia que llenaba de un modo impreciso mi corazón´, señala el abad. ´¿Qué me falta?, pregunta el joven rico del Evangelio a Jesús. Lo que faltaba, El que le faltaba, era Él. Jesús le responde: déjalo todo y sígueme. Lo importante no es que le pidiera que lo dejara todo, eso es una consecuencia, lo importante es que le invitara a seguirle. Esta respuesta respeta la libertad. Jesús responde proponiendo un camino. Un camino que tiene como misión la misión del Padre´, apunta Lepori.
Pero no solo el corazón del hombre está marcado a fuego por la ausencia, por la nostalgia de Aquel que es su fundamento. ´Lo que Cristo revela es que el Misterio de Dios está marcado radicalmente por la ausencia del hombre. Dios echa en falta al hombre. El Padre nos echa de menos, este es el misterio de la misericordia que se revela en Cristo. ¡Qué cultura nueva nacería si aprendiésemos esta ausencia que hay en el corazón del Padre de la que brota la misericordia!´. Quizás estas palabras finales son las que le permiten a la española que ha viajado hasta Rímini vivir de otro modo el momento más difícil de su existencia.