`El PP tiene que hacer política con decisión`
El PP ha perdido dos millones y medio de votos y Ciudadanos no se queda con ellos. ¿Estas elecciones demuestran desencanto hacia las opciones de centro-derecha?
Es evidente que el centro se ha visto desasistido por el PP. Una parte de los votantes de ese segmento se ha ido a Ciudadanos. Pero las dudas que este partido ha suscitado en el final de su campaña –y que, por cierto, aún sigue suscitando– con respecto a su posible política de pactos, ha hecho que ese desplazamiento haya sido menor que el que se visualizaba en las encuestas. Que haya bajado un poco la participación electoral es un buen síntoma del desencanto del centro-derecha, pues, por el contrario, la izquierda radical ha movilizado a gran parte de su electorado. En el PP, Rajoy y Aznar se han equivocado cuando creyeron que, agitando el miedo a Podemos, se iba a recuperar una gran parte de los electores.
¿Qué puede suponer la victoria de franquicias de Podemos en Madrid y Barcelona?
Es el giro hacia el radicalismo de izquierda. Será un fracaso de la misma manera que ha sido un fracaso la gestión de Bildu (otro partido radical izquierdista-nacionalista) en San Sebastián y Guipúzcoa. Pero dura cuatro años. Así que los que no estén de acuerdo, que se resignen.
Habrá pactos y acuerdos entre Podemos y el PSOE. ¿Qué previsión podemos hacer de los efectos de esos pactos? ¿Erosionarán al PSOE?
La elite dirigente del PSOE es una coalición de perdedores que creen que basta con recuperar algo de poder a cualquier precio para sobrevivir. Las coaliciones del PSOE con Podemos y otros partidos de izquierda van a sentarles en los gobiernos de Castilla-La Mancha, Aragón, Comunidad Valenciana, Asturias y Baleares. Habrá también gobiernos socialistas en Extremadura y Andalucía, aunque en este caso muy probablemente basadas en un pacto PSOE-PP. Debe puntualizarse que ni Susana Díaz ni Guillermo Fernández Vara forman parte de la coalición de perdedores; y que su política responde a un planteamiento muy distinto al que propugna Pedro Sánchez. Esto conducirá, antes o después, a un enfrentamiento interno en el PSOE, posiblemente cuando se plantee la elección del candidato a las elecciones generales.
Por otra parte, creo que los pactos con Podemos serán letales para el PSOE. Su electorado de centro se irá disolviendo; y su electorado radical encontrará la justificación ideológica para deslizarse hacia Podemos. Pero para verlo tendremos que esperar a las elecciones generales.
¿Puede de algún modo corregir la deriva a la baja?
Entiendo que el PP puede corregir en unos meses su caída. Pero para eso tendrá que girar fuertemente hacia el centro, haciendo política y no esperando ver pasar el cadáver de sus rivales. Aquí ya no vale la pachorra conservadora de Rajoy. Se necesita actuar con decisión en campos visibles: política social, con un énfasis en la mujer; reducción del tamaño de las Administraciones autonómicas; nuevo sistema de financiación de las Comunidades Autónomas, no dando más dinero, sino igualando el reparto de los recursos actuales; entrada en la arena de la discusión política e ideológica con el independentismo catalán, a la vez que, con inspiración en la ´Política de la Claridad´ canadiense, se regula legalmente el procedimiento para que pueda plantearse la reforma constitucional que se requeriría para la independencia de Cataluña: y posible confluencia del PP con el PNV para gobernar las instituciones del País Vasco, cerrar la renovación del Cupo y abordar el final de ETA.
Y a este hacer política, el PP debe añadir una ordenada aunque ineludible renovación de su elite dirigente, relevando a todos los perdedores. Los que, como en Aragón, Valencia o Baleares ya se han prestado a ello, y los que, como en Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cataluña y el País Vasco, también han sido arrollados en las urnas. El PP debería dejar claro que no va a ser una coalición de perdedores y, en esa tarea, tendría la oportunidad de abrir sus procedimientos de designación de líderes a la participación democrática de sus militantes. En una operación así, tendría que buscar la reconciliación con sus bases y, en especial, con sus votantes.