´Rouhani y Jamenei desvelan las divisiones internas de EE.UU´
“Teherán no piensa firmar el acuerdo sobre su programa nuclear a menos que todas las sanciones económicas sean revocadas inmediatamente”. Son palabras del presidente iraní, Hassan Rouhani, que después añadió: “No firmaremos ningún acuerdo a menos que todas las sanciones sean eliminadas el primer día de su aplicación”. Mientras tanto, el guía supremo de Irán, Alí Jamenei, señalaba: “Todas las sanciones tendrán que quedar canceladas nada más aprobarse el acuerdo. Si la cancelación de las sanciones depende de otro proceso, ¿por qué empezaron a negociar?”. Pedimos un análisis de la situación iraní a Carlo Jean, general y experto militar.
¿Qué juegos políticos se esconden tras las últimas afirmaciones de los líderes iranís?
Rouhani y Alí Jamenei tienen graves problemas internos, sobre todo por la oposición por parte de los pasdaran, la guardia de la revolución islámica, que rechazan cualquier concesión nuclear. En consecuencia, tratan de oponerse al dúo Rouhani-Jamenei, que en principio no ha mirado con malos ojos el acuerdo preliminar. El objetivo de ambos líderes es equilibrar las concesiones para reiniciar las negociaciones con una base más sólida.
¿Qué significa este conflicto dentro de Irán?
Es un conflicto entre conservadores y moderados. La elección de Hassan Rouhani fue voluntad de la parte moderada, que a su vez había elegido a Mohammad Jatami. Lo que está pasando en Irán es un enfrentamiento entre poderes fuertes. Por un lado están los moderados, por otra los ayatolás y el cuerpo de guardias de la revolución islámica, con todos los apoyos de quienes disfrutan a todos los niveles, incluido el económico.
De modo que Irán está dividido. ¿Y Estados Unidos?
Lo mismo está sucediendo en el congreso estadounidense, que seguramente impondrá a Obama una retirada progresiva de las sanciones a medida que Irán vaya aceptando los acuerdos. La declaración de Rouhani y Jamenei reforzará muy probablemente a los que en Estados Unidos se oponen a la aprobación del acuerdo.
¿Cómo explica el cambio de postura de Obama hacia Irán en comparación con sus predecesores?
No existe tal cambio. En un documento de 2006, Bush junior reveló que Irán había suspendido ya en 2003 todo enriquecimiento nuclear. Por tanto, ya era una apertura de Estados Unidos hacia Irán. Desde entonces, empezaron las conversaciones bilaterales entre americanos e iraníes para discutir sobre la cuestión nuclear.
Para Netanyahu el acuerdo será “la hora cero para la bomba de Teherán”, mientras que para Obama harán falta 12 meses. ¿Cómo están realmente las cosas?
El tiempo de break¬out, como se llama al tiempo necesario para producir la bomba atómica, según el acuerdo preliminar se establece en un año. Por tanto, una vez que el acuerdo se aprueba, harían falta 12 meses para poder tener 35 kilos de uranio enriquecido al 90%, necesario para la bomba nuclear. En realidad, el tiempo de break¬out es muy reducido. Por otra parte, los israelíes están desarrollando bombas termonucleares, y en consecuencia quien quiera lanzar una bomba atómica sobre Israel tendrá que pensárselo bien, pues quedaría eliminado de la faz de la tierra.
Pero el material nuclear iraní podría acabar también en manos de los pasdaran…
Si volviera al poder otro Ahmadineyad, la postura iraní seguramente cambiaría. El sistema previsto para verificar los acuerdos preliminares es en todo caso bastante sólido y depende del hecho de que, en caso de no cumplimiento por parte de Irán, las sanciones serían impuestas automáticamente. Eso contradice las afirmaciones de Jamenei y Rouhani, según los cuales las sanciones se eliminarían inmediatamente. Las sanciones dependen del control de cumplimiento.