Foxcatcher
Reconozco que me suelen gustar las películas estadounidenses de deportes, aunque en España este tipo de producciones no llegan a funcionar del todo bien en la taquilla. La semana pasada se estrenó una cinta sobre lucha, titulada Foxcatcher y que ha entrado en la lista de candidatas al Oscar. Concretamente ha recibido 5 nominaciones. Estamos ante una historia basada en hechos reales y cargada de tintes dramáticos.
Está dirigida por el director Bennett Miller que nos permitió conocer los entresijos de los fichajes de deportistas de béisbol en la inteligente y entretenida Moneyball, protagonizada por Brad Pitt.
Su realizador ha contado con tres actores de primera línea como Steve Carell, irreconocible y muy bien caracterizado, junto a Channing Tatum y a un Mark Ruffallo que parece que ha cogido carrerilla, ya que ha participado en tres películas de interés en un corto espacio de tiempo, como Amor sin control, Begin again o Foxcather. El ritmo de la misma es intencionadamente pausado, como queriendo que nos introduzcamos en la mente de los personajes y buscando momentos de silencio, haciendo honor a la expresión: una imagen vale más que mil palabras. La cinta cuenta con varios hándicaps: el ya citado ritmo que puede llegar a ser insoportable; el tema de la lucha que es un deporte muy minoritario y que no entendemos qué tiene esta historia de especial como para querer contarla. Por otra parte, de todas las nominadas, esta es la que presenta menos posibilidades y pensamos que otras de mayor nivel se han quedado injustamente fuera como Trash, ladrones de esperanza o Perdida.
La cinta reflexiona sobre el concepto de patriotismo cuando roza el fanatismo porque entendemos que ese valor utilizado en su justa medida es positivo para construir una nación, pero el personaje de Steve Carell lo transforma. Por otra parte, la actitud de ese personaje sirve para preguntarse hasta dónde alguien está dispuesto a llegar para conseguir un objetivo.
Entre tanto drama, el elemento que arroja más luz es el de la relación que mantiene David, uno de los campeones olímpicos, con su hermano Mark, pues a pesar de estar muy comprometido en el cuidado de su familia e hijos, está pendiente de su pariente. Intenta levantarle la moral y actuar como los padres que nunca tuvieron porque eran huérfanos, siendo consciente del malestar que genera el desarraigo. Y es que otro de los grandes temas del largometraje es el de la fragilidad del ser humano que, aunque se encuentre en el mejor momento de su vida, un hecho concreto puede afectarle psicológicamente más de lo debido.