No todos somos Charlie Hebdo
´Esto es choque de civilizaciones´, así de contundente se muestra Fady Noun, editorialista de Le Oirient Le Jour, uno de los periódicos más prestigiosos de Beirut. En su mano sostiene su teléfono movil y una caricatura con la que la revista Charlie Hebdo ha respondido a los atentados de la semana pasada. Un islamista aparece junto al cadáver de un dibujante y asegura: ´yo he disparado primero´. En la redacción del periódico el debate es acalorado. Como en toda la capital libanesa.
Los acontecimientos de los últimos días se siguen con especial atención. Mientras ruedo un documental sobre los cristianos sirios e iraquíes que se han refugiado en este país huyendo del Estado Islámico, todo el mundo habla de por qué ese yihadismo que conocen bien ahora golpea Europa. ´Primero fueron a por nosotros y ahora van a por vosotros. Habéis estado dormidos´, me comenta un líder maronita mientras vemos las imágenes de la manifestación de este domingo en París.
La manifestación fue histórica. Casi dos millones de personas salieron a las calles de París, junto a los líderes europeos, palestinos e israelíes para clamar contra el terrorismo yihadista que ha golpeado Francia en los últimos días. Es un gesto que muestra vitalidad social en la condena de la violencia. Y esa vitalidad social es decisiva para hacer frente al yihadismo que ya no es un problema de Oriente Próximo o de los países de mayoría musulmana sino un problema que tenemos en el interior de Europa.
Pero manifestarse contra el terrorismo no significa reivindicar la posición de la revista Charlie Hebdo. Todos nos sentimos solidarios con los miembros de la publicación asesinados, con sus familias, con el resto del equipo. Pero eso no significa que todos seamos Charlie Hebdo en la defensa de sus contenidos editoriales ni de sus caricaturas.
Si queremos luchar contra el yihadismo debemos dar protagonismo a la comunidad musulmana que lo rechaza. Y favorecer una auténtica integración del islam europeo. Y eso no se consigue mofándose de sus símbolos más queridos. Europa no puede apostar por un choque de civilizaciones entre el laicismo y el islam. Eso no es europeo pero además supone un suicidio. No han matado a los nuestros en nombre de Mahoma, los han matado en nombre de una ideología que instrumentaliza el nombre de Mahoma.
Europa no salió el domingo a la calle para defender el insulto al islam, nos manifestamos para defender la vida, y la libertad de expresión. Una libertad de expresión responsable. Fady Noun lleva razón, es poco inteligente comparar los disparos del yihadismo con los ´disparos´ de un caricaturista.