Tanteo de tercera vía en el atasco catalán
Duran Lleida acaba de dar un primer anticipo de lo que pudiera ser el perfil de una tercera vía para el atasco catalán. En su opción más hipotética, Duran daría su gran paso si Artur Mas convoca unas elecciones anticipadas en las que se alía con ERC para exigir una consulta después que el Tribunal Constitucional anule su convocatoria. En tal circunstancia, Duran Lleida contaría con cuantiosa financiación empresarial para su desmarque.
Si todo eso fuera cierto, ¿en qué medida Duran actúa sin previa consulta con Mariano Rajoy? Y por otra parte, ¿puede contar realmente con todo su partido, Unió? Es fácil prever que, dadas las encuestas, una ERC a la alza podría abrir los brazos a alcaldes y concejales tanto de Convergència como de Unió. En política, las fidelidades no son para toda la vida.
De todos modos, ese primer anticipo de Duran admite el adiós y el regreso, como es propio de la estilística democristiana. Tal vez lo que ha hecho Duran es lanzar un globo sonda, para ver cómo reaccionan la Moncloa, las instancias constitucionales, el mundo financiero y en Cataluña, especialmente, los sectores farmacéutico y del cava. La cuestión nuclear es que por ahora nadie ha definido lo que es la tercera vía. Si existe una posible definición, las tentativas de formulación han sido tan irrealistas como improvisadas.
No es menos cierto que Duran no está en un momento vital propicio a las aventuras. Es decir: ese primer paso quizás tan solo sea un tanteo, como quien se moja el pie para conocer la temperatura del agua.