Las españas de Julián Marías

Entre sus muchos libros me gustaría recomendar España inteligible. Razón histórica de las Españas, publicado en 1985. Marías, que escribió una notable Historia de la filosofía, desarrolló con este libro una filosofía de la historia de España, extensible también al mundo hispánico. De ahí su llamativo subtítulo. Con todo, uno de los aspectos que más me ha llamado la atención de esta obra es su calificación del siglo XVIII español. El autor lo considera magnífico e incluso lo presenta como modelo. Al mismo tiempo, en páginas inmediatamente posteriores hace una atinada reflexión sobre el origen de lo que ha venido en llamarse las “dos Españas”.
Conviene subrayar que las dos Españas tienen escaso aprecio por la historia. La de un lado la rechaza casi en bloque, a excepción de contados períodos históricos, y la del otro lado sobrevalora la importancia de ciertos períodos y denigra todos los demás sin apenas matización. Eso no es España ni la historia de España. La actitud de ambas Españas respecto al siglo XVIII va desde el desprecio por ser un supuesto siglo afrancesado a la consideración de esa época como la de un centralismo uniformador en la que las reformas eran poco más que cosméticas. Julián Marías no cae en esos estereotipos. Su visión de la historia no se limita a los hechos políticos ni a un estudio simple de las estructuras sociales. Tiene además en cuenta el arte y la literatura del momento, que algunos historiadores desechan por considerarlo propio de minorías. Pero olvidan que la cultura es también un reflejo de la sociedad. El que en las páginas del libro aparezcan mencionados y analizados una pintura de Claudio Coello o un sainete de don Ramón de la Cruz no es algo anecdótico. Es tan importante su estudio como el de los ensayos de Feijoo, Cadalso y Jovellanos.
¿Por qué es magnífica para Marías la España del siglo XVIII? España no es la primera potencia en Europa porque ha perdido todas sus posesiones en Flandes e Italia, aunque mantiene su Imperio ultramarino. Pese a todo, ha reducido sus pretensiones y ha aceptado la realidad de vivir de acuerdo con sus posibilidades, algo que no sucedía con los últimos Austrias. Además, Marías subraya que el concepto de España ya no es algo meramente geográfico. La idea de nación se ha afianzado y desde 1785, durante el reinado de Carlos III, existe una bandera de la nación española. Por lo demás, el autor alaba a los ilustrados por su objetivo de hacer “una articulación constructiva del proyecto de España”.
Llega incluso a señalar nuestro autor que España vive un tiempo de recogimiento y sosiego, que nada tiene que ver con ese retraimiento que caracterizó al siglo XVII. España es una nación europea, pero no es comprendida en Europa, donde revive la leyenda negra de la mano de Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Lessing, Schiller y los filósofos ingleses. Estos y otros intelectuales descalifican el proyecto de los gobernantes ilustrados. Esos gobernantes moderados, que en su mayoría son cristianos, serán más tarde acusados injustamente por algunos de sus compatriotas de afrancesados y partidarios de la revolución. Poco a poco, se va forjando la aparición de los dos Españas, que recibe su consagración definitiva con los acontecimientos de la Francia revolucionaria y la invasión napoleónica. Marías resalta como Jovellanos rechaza cualquier tipo de colaboración con la monarquía de José Bonaparte. El general Sebastiani reclama su colaboración y Jovellanos le responde que su rechazo no es porque él defienda la Inquisición y otros vestigios del régimen absolutista. La lucha de los españoles contra los franceses es por la defensa de su Constitución, su nación y su religión. Jovellanos no vivió para ver el retorno a España de Fernando VII, pero se habría opuesto a un rey beligerante que solo defendía su poder personal.
España inteligible tendría que ser un libro de necesario conocimiento para la historia de España. Es una defensa de la concordia entre los españoles, que no pasa por la uniformidad y que no ve las diferencias personales como una amenaza sino como un enriquecimiento mutuo. Es un libro indispensable para estos tiempos de polarización. Ante los tiempos difíciles, la obra y las enseñanzas de Julián Marías son un camino a tener en cuenta.
- Antonio R. Rubio Plo es autor de Retorno a la belleza. Grandes momentos del arte, la música y la literatura
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