¿Votará el PSOE a favor de los cristianos perseguidos?

Es muy preciso sobre las iniciativas que podría tomar el Gobierno: liderar en la Unión Europea un papel más comprometido de las autoridades comunitarias, que se destine una partida presupuestaria a este objetivo, que se acoja a los perseguidos y que se reclame reciprocidad en el respeto a la libertad religiosa entre los miembros de la Alianza de Civilizaciones. No va a ser la única iniciativa. La Mesa del Congreso tiene que calificar en los próximos días dos proposiciones no de ley a favor de los cristianos perseguidos. Una es la del Grupo Popular, que fue presentada el pasado 21 de diciembre antes del último gran ataque en Egipto. Más breve que la iniciativa de Muñoz Alonso, también reclama al Gobierno que sea más activo.
Ha sido elaborada por tres diputados, Eugenio Nasarre, Ángel Pintado, José Eugenio Azpiroz. Forman parten de la Asociación Familia y Dignidad Humana, creada en 2008, en la que se aglutinan diputados, senadores y políticos vinculados a gobiernos autonómicos, del PP y de Unió, que están muy activos en la defensa de la vida y de la libertad religiosa. La asociación ha conseguido que 20 parlamentarios españoles hayan firmado una carta que un centenar de sus colegas europeos han dirigido a Obama para pedirle un mayor compromiso a favor de la libertad religiosa.
La otra proposición no de ley es la que ha presentado Carlos Salvador, el diputado de UPN, que comparte la sensibilidad de sus compañeros de hemiciclo. En el Congreso las proposiciones se debatirán no en el Pleno sino en Comisión, probablemente en la de Exteriores, aunque pueden ir también a la Comisión Constitucional. Salvador y los diputados del PP, de momento, no se han puesto de acuerdo para coordinar textos y negociar enmiendas. Pero tanto el debate en el Senado como el que se va a producir en el Congreso tiene muchas ventajas. La principal es que va a obligar al grupo socialista a pronunciarse.
Uno de los diputados que se ha movido a favor de los cristianos perseguidos dice que se puede conseguir un apoyo casi unánime. ¿Demasiado optimista? En realidad, con su pronóstico quiere poner de relieve la paradoja de que la izquierda no vote a favor de una tutela efectiva del derecho a la libertad religiosa.