´Rajoy tenía que haber hablado antes´

1. ¿Ha sido eficaz su reconocimiento de que se equivocó?
Depende de lo que entendamos por eficaz. Digamos que en términos de las estrategias posibles desde el punto de vista partidista, era la mejor solución, excluyendo toda suerte de dimisión o convocatoria de elecciones. Pero la eficacia hay que medirla en términos de su impacto en la opinión pública
2. ¿Disipa su reconocimiento de sobresueldos las dudas?
No, porque el intríngulis del asunto está, en realidad, en la procedencia de esos dineros y en la contraprestación que haya podido recibir quien lo suministrara al partido.
3. ¿Tenía que haber lo hecho antes?
Naturalmente, tendría que haberlo hecho antes y no un primero de agosto. En un país serio, las cosas se hacen de otra manera.
4. ¿Cómo valora las intervenciones de Rubalcaba?
En el teatro político, Rubalcaba hace lo que debe; cada uno, en realidad, hace lo que haría el otro si estuviera en su lugar.
5. ¿Recupera Rajoy la initiativa política?
Hace tiempo que la perdió, igual que ha perdido la batalla de la honradez ante la opinión público, que ha decidido que todos los partidos son corruptos. Por otro lado, paradójicamente, esta constatación popular conduce a la neutralización de la corrupción como factor electoral: en España, nunca han decidido unas elecciones. Y en este caso, será la situación económica la que determine el resultado electoral. Digamos que el caso Bárcenas ha supuesto -en términos de percepción pública, que es lo que cuenta- el final de la imagen de honradez del Partido Popular. Ahora le queda una sola categoría monopolista: la de partido capaz de arreglar la economía. Si los números mejoran y pueden `vender` esa idea eficazmente, el caso Bárcenas no será una rémora electoral significativa.