´Rajoy no ha hecho lo suficiente para recuperar a su electorado´

Rajoy ha reaccionado casi un mes después de las elecciones con un cambio de segundo nivel y reconociendo que la economía no lo es todo. ¿Es suficiente?

Yo no creo que este movimiento de Rajoy sea suficiente para recuperar al electorado del PP. Hay que tener en cuenta que Rajoy logró encauzar la salida de la crisis con un indudable éxito en los resultados, pero con importantes costes en cuanto al método empleado para lograrlo. Esos costes han recaído en una parte nada desdeñable sobre las clases medias asalariadas que constituyen el electorado del PP. La conciencia de que se podrían haber realizado otras políticas de ajuste, como por ejemplo una reducción del tamaño de las administraciones autonómicas, es lo que ha provocado la defección en ese electorado. También ha influido la corrupción o la cuestión del aborto, aunque creo que estos factores tienen menos relieve.

Para recuperar al electorado, además de renovar el cartel dirigente y mejorar la comunicación, hay que reformular el contenido de la política, especialmente en lo que se refiere al programa reformista, a la vez que se fortalece ideológicamente el discurso del centro. Hay que girar hacia el centro; y hay que hacerlo sin complejos y sin ataduras a intereses, sobre todo por lo que respecta a las oligarquías locales y regionales.

¿Qué consecuencias pueden tener los pactos de los socialistas con Podemos?

Los pactos del PSOE con Podemos han tenido dos efectos relevantes. Por una parte han permitido a ambos partidos formar gobiernos, el primero sobre todo en el ámbito regional y el segundo en el local. Pero más allá de esto, han legitimado a Podemos, haciendo de este partido un socio ´confiable´. Dado que Podemos es una fuerza revolucionaria cuya finalidad es la destrucción del sistema constitucional de 1978, esa legitimación constituye un enorme riesgo, sobre todo si se tiene en cuenta que Podemos ha desplazado al PSOE como fuerza hegemónica de la izquierda en las zonas urbanas. Literalmente el PSOE ha metido a la zorra en el gallinero y, por ello, no sería sorprendente que se viera sobrepasado en futuras elecciones. Pedro Sánchez, en su reciente puesta en escena como candidato socialista, ha tratado de contrarrestar este efecto; pero se ha tratado de un movimiento tacticista sin contenido político de fondo. Los próximos meses van a ser cruciales para observar los efectos de esta situación.

¿Cómo valora los primeros pasos de Carmena en el Ayuntamiento de Madrid?

Me parece que las primeras actuaciones de Carmena son lamentables. Mientras ella devalúa el programa que le ha llevado a la alcaldía y juega al populismo benevolente, sus concejales se afirman en la radicalidad. Es lo que ha pasado con Zapata y con la portavoz del Ayuntamiento Rita Maestre. De todos modos, la gestión municipal tiene mucho de rutinaria y no da demasiado juego a las invenciones políticas, por lo que pienso que el alcance del radicalismo municipal va a estar limitado.

¿El pacto de Ciudadanos con el PP en el Gobierno de Madrid puede ser modelo de un acuerdo nacional?

A mí no me gusta ese pacto, principalmente porque tiene mucho de cosmético y carece de concreción política más allá de la retórica. Pero lo que menos me gusta de Ciudadanos es que no se ha implicado en la acción de gobierno. Me parece que debía haber ensayado un gobierno de coalición para impulsar un programa reformista en serio. Creo que Cristina Cifuentes tiene ideas interesantes en esa dirección, pero no estoy seguro de que, basándose en el plantel de diputados regionales del PP, pueda llegar muy lejos. Por ese motivo, la participación de Ciudadanos en el gobierno de Madrid habría sido necesaria para impulsar un cambio de rumbo en la política regional.