¿Qué dicen los profesionales de la Sanidad?

Hasta hace unos meses parecía que la cosa no iba mal. Los que ya llevamos unos años trabajando en sanidad hemos asistido a la mejora progresiva de las técnicas diagnósticas, al desarrollo de nuevos tratamientos y a una atención a los pacientes cada vez más precoz y más resolutiva. En la medida que avanza la ciencia, nos parecía que también tratábamos mejor a nuestros pacientes, pero eso sí, todos sabemos que a un coste cada vez mayor. El problema económico nunca ha sido una preocupación de los profesionales de la salud, ya se encargan los gestores de solucionarlo, para eso están y para eso cobran. Incluso hemos visto con sorpresa como se han abierto nuevos hospitales en la Comunidad de Madrid, como si hubiera un pozo sin fondo, cuando de sobra es sabido que no se rentabiliza bien el trabajo ni los medios en los hospitales "de siempre".

Ahora se ha dado la vuelta a la tortilla. Ya no se pueden asumir gastos que hasta ahora se han asumido, vuelven las largas listas de espera porque no se pueden hacer tantos procedimientos como se hacían antes, se ha acabado el trabajo extra por las tardes o las guardias de fines de semana en muchos centros por problemas económicos. Y a los profesionales nos preocupa. También se nos ha reducido el sueldo, nos han empeorado las condiciones de trabajo, se nos quita la posibilidad de hacer guardias u horas extraordinarias (aunque muchos las seguimos haciendo sin cobrarlas), pero he de decir que lo que fundamentalmente nos preocupa es la falta de recursos que todo esto supone para nuestros pacientes. Es doloroso tener dificultades para poner un tratamiento cuando está indicado y sentirte presionado para que lo justifiques por motivos médicos, y no económicos, como es en realidad. Cada uno debería asumir su responsabilidad y hay una responsabilidad económica que alguien debería asumir.

No sé si es mejor la gestión pública o la privada, sinceramente. Una que ha trabajado en ambos ámbitos ve pros y contras en los dos modelos. Lo que sí se es que el colectivo médico y enfermero, en general, es un colectivo de gente trabajadora, que ha demostrado alto nivel de esfuerzo para terminar sus estudios y para conseguir un puesto de trabajo y que en general tiene en el corazón el bien del paciente. Ninguno nos hemos metido en esta profesión para vivir bien o hacernos ricos, y el que así lo hizo ciertamente se ha equivocado, pero bien es cierto que las dificultades para desarrollar el trabajo que empezamos amando nos hacen perder la esperanza si no se tiene un ámbito de compañía adecuada.

Los profesionales de la salud hemos tenido mucha culpa de todo lo que está pasando, sobre todo por dejar la gestión de la salud en manos de gente que no entiende el valor de lo que tenemos entre manos ni las consecuencias de algunas de sus decisiones. Es necesario que haya personas que gestionen la sanidad pensando en el bien del paciente, que sepan qué necesidades hay a pie de calle, que pregunten a los profesionales qué se necesita, que informen de las medidas o de los nuevos planes y que busquen una complicidad con los profesionales para llevarlos a cabo. No me puedo creer que esto sea imposible. La gestión pública ha dejado mucho que desear en los últimos años. La imposición de empresas de gestión privada se plantea como posible solución. Ninguna de las dos opciones es la solución, a mi modo de ver, y cualquiera de las dos podría ser válida. Sólo si en la intención del que gestiona está el bien del paciente y de la sociedad, podemos construir en firme y rentabilizar los recursos a largo plazo, también los recursos humanos, que es el corazón del sistema sanitario.