Pisa 2012: ´Nos quedamos en lo secundario´

Entrevista a Antonio Amate, secretario general de Educación de USO

¿Cómo valora los resultados en matemáticas, lengua y ciencias?

El Informe Pisa 2012, dentro de las limitaciones que tiene cualquier sistema de evaluación, aporta conclusiones siempre interesantes sobre los resultados que produce nuestro sistema educativo en estas áreas de competencia. El estancamiento de estos indicadores en niveles inferiores a la media de los países de la OCDE desde hace 12 años no es una buena noticia. Sin profundizar mucho en los datos aportados, creo que es necesario reconocer la necesidad de introducir cambios, porque si seguimos haciendo las mismas cosas y de la misma manera, volveremos siempre a obtener los mismos resultados.

El Gobierno señala que la causa de los resultados es la dispersión del currículo. ¿Cree que es cierto?

Creo que el Gobierno ha dicho más cosas y en una dirección previsible: nosotros hemos hecho la LOMCE porque nuestro análisis de la situación del sistema educativo era la correcta. La dispersión del currículo creo que es una cuestión muy compleja de resolver. El tiempo lectivo de los alumnos está tasado en 25-30 horas semanales según los niveles educativos. Sobre su distribución interna cabrían muchas combinaciones en función de quién las llevase a cabo y con qué prioridades. Lo que sí que tengo claro es que ponemos demasiado énfasis en cuestiones secundarias y no llegamos nunca a conclusiones prácticas sobre qué se enseña en cada asignatura y sobre cómo se enseña en el aula, que son en definitiva actores muy importantes sobre los resultados del aprendizaje de nuestros alumnos.

La formación de los actuales y futuros maestros, el estancamiento en el carácter enciclopédico de la transmisión de muchos conocimientos o la banalidad de otros que se presentan avalados por la innovación son temas que siempre pasan desapercibidos.Machacar cualquier contenido para aprobar el examen u obtener la mejor nota es una forma de adiestramiento que puede obtener buenos resultados en una cultura como la asiática, por ejemplo la China, de sólo Shanghái. Pero en nuestro país una evolución en esa dirección es imposible y poco recomendable. Habría que mirar con más atención hacia lo que sucede en las aulas de puertas para adentro, y podría sorprendernos la similitud de la experiencia que vivimos algunos hace ya algunos años con la que de hoy, eso sí,tuneada con juguetes multimedia y manuales más gruesos y caros en tecnicolor.

El informe asegura que el nivel de equidad educativa en España ha disminuido. ¿Qué importancia tiene ese descenso? ¿A qué se debe?

Los alumnos cumplimentan un cuestionario de contexto en media hora con preguntas sobre ellos mismos, sus familias y sus experiencias escolares. A partir de este cuestionario se obtienen las conclusiones referidas a la equidad. Se pueden hacer valoraciones de todo tipo, y probablemente lo más fácil sea culpabilizar a la actual crisis económica y al empobrecimiento que vivimos como los principales agentes que discriminan a los más desfavorecidos del sistema.   Sin descartar lo que de verdad pueda contener ese análisis, yo me quedaría con un dato que es siempre atemporal: la importancia que tiene la familia y su implicación en el rendimiento escolar del alumnado.

¿Por qué tenemos peores resultados que otros países que tienen el mismo nivel de inversión que nosotros?

La inversión en educación es importante y un factor necesario a considerar en cualquier sistema educativo. Creo que, aunque parezca lo contrario, hay un gran consenso sobre lo fundamental: hay que buscar la máxima eficiencia en esa inversión. El desacuerdo empieza cuando nos ponemos a definir esa “eficiencia”.

¿Cómo influye el profesorado?

¿Cómo influye el cirujano en una cirugía? Quien está en el aula con nuestros hijos no es el catedrático de pedagogía o el experto en sistemas o el premio Nobel de física, es un profesor concreto que se acoge a la práctica universal de que cada maestrillo tiene su librillo, y toma las decisiones que cree correctas en función de una programación de aula, un proyecto educativo y, lo que es más importante, de su experiencia y de su buen hacer como profe. Se repite con frecuencia que es necesario elegir a los mejores para una profesión como la nuestra, pero esta elección no puede reducirse a seleccionar por tener matrícula cum laudem en un expediente académico, la mejor nota en una oposición sobre conocimiento positivo de cualquier materia o comulgar devotamente con un determinado ideario. Hay que reivindicar siempre la figura del profesor como persona vocacionada para enseñar, que son muchos afortunadamente, y potenciarlos y apoyarlos al máximo. Detectarlos en su formación inicial y facilitarles las herramientas para hacer lo que mejor saben, que es enseñar. Si las leyes educativas, los intereses políticos, el aparato administrativo-burocrático…, no les molestan demasiado, mejor. El Informe Pisa confirma que un buen profesorado, valorado y reconocido suficientemente, sigue siendo la pieza clave de todo el sistema educativo.