Obsesivas pero no inútiles preguntas

El viernes, en la Cumbre de la Unión Europea, para intentar remendar los rotos de los mercados Zapatero anunciaba que la edad de jubilación se retrasa hasta los 67 años. Merkel hacía un gesto y aseguraba que estaba impresionada por las reformas de España. Un gesto de generosidad verbal que no va a aplacar la furia antiespañola. La Cumbre terminaba con el compromiso de reforzar el Fondo de Reserva y con una petición para que el BCE ampliara su capital. En realidad nada nuevo.
Este lunes el Gobierno se apresuraba a realizar nuevos anuncios: el ministro de Trabajo Valeriano Gómez hablaba de ampliar el plazo de cálculo de las pensiones de 15 a 25 años, el secretario de Estado de Economía José Manuel Campa se rendía ante el FMI y explicaba que si al final el PIB de 2011 sólo crece un 0,7 por ciento y no un 1,3 por ciento también se puede conseguir la reducción del déficit prevista, al 6 por ciento, porque sólo habría una desviación del 0,25. Y la ministra Salgado también salía a la palestra para demostrar que las Comunidades Autónomas están haciendo los deberes: un déficit del 1,24 por ciento en este tercer trimestre. Todo o casi todo inútil.
Moody´s hace público un nuevo informe este lunes en el que asegura que puede rebajar la calificación financiera de 30 entidades españolas. De pronto se ha hecho evidente para todos que el rey está desnudo: que muchas cajas de ahorros españolas están en quiebra. Y eso, en un océano de deuda pública y privada, se convierte en un punto muy débil. Desde hace meses las mismas preguntas se repiten con una insistencia obsesiva en todos los sectores conscientes: ¿desde cuándo el modelo está equivocado? ¿Desde cuándo nos apoyamos en una expansión inmobiliaria que desatendió el desarrollo de un tejido productivo con auténtica capacidad de competir? ¿Cuándo nos acostumbramos a vivir por encima de nuestras posibilidades con unos servicios públicos de lujo y un Estado del Bienestar que no nos podemos permitir? ¿Pero alguna vez supimos trabajar como es necesario? Son preguntas dolorosas pero pueden ser el origen del cambio que necesitamos.