Mariano también tiene una responsabilidad

La negativa, “a día de hoy”, para facilitar la investidura de Rajoy por parte de Pedro Sánchez puede ser uno de los gestos más irresponsable de la historia de la democracia. Lo será si se mantiene “a día de mañana”. Hasta Felipe González y Alfonso Guerra se han puesto de acuerdo, algo que no sucedía desde los tiempos en los que Pilar Miró era directora general de RTVE (1986). No son los únicos que se lo están diciendo a gritos, al coro de los viejos socialistas se ha sumado El País. Hasta el capullo de la rosa del logotipo de Ferraz lo vocifera a las horas en punto y a las medias: ¡Pedro abstente que esto se hunde!

Rivera, plantándose en la abstención y negándose a votar a favor, se ha querido dar otra mano, ha querido –esperemos que sea eso– ganar tiempo después de meses con el veto a Rajoy en la boca. De paso le ha metido presión a Pedro Sánchez. Si se trata de ir un rato de farol, de dar un primer paso para un futuro acercamiento, bien estará. Pero el público ya no está para mucho numerito, que llevamos siete meses. Ciudadanos no se puede poner estupendo, ha perdido 400.000 votos por el tonteo.

¿Y Mariano? Mariano no se mueve. Mariano no propone. Mariano ha puesto encima de la mesa un papel que no es nada, un resumen del programa electoral del PP. Mariano amaga con decirle otra vez que no al Rey y dejarnos en el limbo de un Gobierno en funciones, la eternidad sin paraíso y sin infierno. Mariano quiere que los demás asuman sus responsabilidades. ¿Está acariciando la irresponsable idea de unas terceras elecciones en las que seguiría sumando diputados? En el PP se han puesto la camiseta con el 137 y no se la quitan. Es una auténtica camisa de fuerza. 137 son muchos diputados pero no suficientes. El PP ha tenido 700.000 votos más que en diciembre, pero son votos prestados, son votos para que se forme Gobierno. ¿Por qué no deja Mariano de ser previsible? ¿Por qué no pone encima de la mesa una propuesta de reforma constitucional, y/o de lucha contra la corrupción, y/o de lucha contra la desigualdad, y/o de reforma del sistema electoral, y/o de reforma del sistema fiscal, y/o de relevo personal…? Porque Mariano ha ganado siempre siendo previsible. Esa es nuestra condena. Está muy bien hacer llamamientos a la responsabilidad, pero Mariano tiene la suya en este momento: tomarse un café bien cargado para dejar atrás la resaca de la mayoría absoluta y de su galleguismo político. Hacer más fácil a los demás que sean responsables.