María Corina Machado y Corina Yoris, la nueva dupla de la oposición venezolana

Machado, que hoy dirige a la oposición venezolana, después de haber sido reconocida por los ciudadanos como candidata unitaria en las elecciones primarias de la oposición del pasado 22 de octubre de 2023, ha atravesado un camino espinoso hasta donde está hoy.

Los últimos cinco meses

El régimen de Nicolás Maduro la ha inhabilitado para ejercer cargos públicos durante los siguientes quince años, aunque esta medida es considerada inconstitucional por representantes de la política venezolana y miembros de la comunidad internacional.

Sobre todo después de que el gobierno firmara el Acuerdo de Barbados, documento en el que se establecía que, a cambio de que se levantaran las sanciones económicas por parte de Estados Unidos, el gobierno de Maduro reconocería al candidato de la oposición en las siguientes elecciones presidenciales.

Esto se ha incumplido no solo inhabilitando a la candidata. Machado y su equipo han sufrido persecuciones desde noviembre del 2023, tanto que, en estos cinco meses, el régimen de Maduro ha atentado contra dieciséis personas que conforman las cabezas del equipo de campaña de Machado.

De estas dieciséis, dos fueron detenidos a finales de 2023 y fueron puestos en libertad. Desde enero, siete más fueron detenidos y aún permanecen en prisión y otros siete tienen orden de captura por parte del Ministerio Público.

Hoy, una nueva Corina entra en escena

El miércoles 20 de marzo Machado declaraba, seria y solemne delante de los medios de comunicación venezolanos e internacionales, que ese día “pasará a la historia como el día de la infamia, el día en el que el régimen despliega toda su maldad, todo el miedo, la mentira, la violencia, para sembrar el terror. Pero se equivocan, porque lo que han encontrado es la fortaleza de la gente unida. El coraje y la dignidad de un país que ya decidió cambiar y que irreversiblemente avanza hacia la transición, a la democracia”.

Pero ha sido otra la cara que Machado mostró el 22 de marzo cuando, después de reunirse con los demás líderes de otros partidos políticos y figuras relevantes de la oposición venezolana, ha anunciado que en conjunto han seleccionado a su sustituta.

Esto no quiere decir, y Machado ha insistido en esto, que ella esté dando un paso a un lado y esté abandonando la campaña electoral. Machado, en los pasados días, ha denunciado que, siendo este el fin de semana en el que se pueden inscribir a los candidatos presidenciales en el sistema del Consejo Nacional Electoral, ella no tenía acceso a la plataforma.

Por esto, ahora, Machado, en alianza con otros miembros de la oposición venezolana, inscribirán a esta sustituta en las dos tarjetas habilitadas por el Consejo Nacional Electoral para que la oposición pueda estar entre las opciones para las elecciones presidenciales de este año.

Esta sustituta será quién aparezca en ambas tarjetas mientras Machado siga inhabilitada. Sin embargo, la Constitución venezolana establece que se puede hacer una sustitución del candidato presidencial hasta diez días antes de las elecciones. Por lo que, si diez días antes, Machado logra su habilitación, ella pasará a tomar su puesto como candidata principal a la presidencia por parte de la oposición. En caso de que esto no sea posible, su sustituta anunciada el 22 de marzo será quién se presente a los comicios en representación de la oposición.

Así, Machado le da otra estocada de legalidad al régimen. Escoge seguir luchando por su habilitación para ser ella la candidata presidencial, y a su vez, nombra de sustituta a una persona que el régimen no tenía en la mira.

Delante de los medios de comunicación, María Corina Machado ha presentado a su sustituta con una captura de pantalla del sistema del Consejo Nacional Electoral en la que se lee que esta nueva candidata está habilitada para ejercer cargos públicos. Es decir, puede presentarse a las elecciones presidenciales contra Maduro, en caso de que Machado no pueda.

Una nueva cara en la política nacional

La sustituta de María Corina Machado como candidata unitaria a la presidencia de la República es la doctora Corina Yoris-Villasana. Miembro actual de la Comisión Nacional de Primarias –entidad civil que organizó las elecciones primarias de la oposición en octubre de 2023–, Yoris es doctora en Historia, magíster en Filosofía y Literatura latinoamericana, licenciada en Filosofía y en Letras. Es profesora titular en la Universidad Metropolitana (UNIMET) ubicada en Caracas y fue directora del Área de Humanidades y Educación de Posgrado en la Universidad Católica Andrés Bello (2007-2011). Es miembro de la Sociedad Interamericana de Filosofía, miembro de la Academia Mexicana de Lógica, vicepresidenta para América del Sur de la Red Iberoamericana de Filosofía y ex-presidenta de la Sociedad Venezolana de Filosofía.

Además, Yoris el 19 de marzo anunciaba que ocupará el sillón O en la Academia Venezolana de la Lengua. Este puesto ha sido ocupado por escritores de renombre en la literatura venezolana como Eduardo Blanco, Laureano Vallenilla Lanz y Rómulo Gallegos. Este último fue, también, el primer presidente de Venezuela que llegó al poder por elecciones con sufragio universal.

Yoris, en su discurso de presentación ante los medios de comunicación, declaró que: “Me siento orgullosa, con la convicción que somos todos los que queremos recuperar el país, gracias por la confianza y que logremos la habilitación de María Corina”. Así, aseveró la idea de que la candidata principal de la oposición sigue siendo Machado, a menos que su estatus de inhabilitada persista hasta las elecciones.

La profesora universitaria también aseguró que su primera acción en caso de ser electa presidenta de la República sería “liberar a todos los presos políticos”. Actualmente, en Venezuela, según datos de la ONG Foro Penal, se habla de hasta 269 personas encarceladas por su oposición al régimen de Nicolás Maduro.

“[Corina Yoris] es una persona que nos da confianza a todos por su honorabilidad, por su trayectoria y por su amor a Venezuela”, declaró María Corina Machado. Esto haría referencia a que, en los meses pasados, se hablaba de conseguir un sustituto para Machado que el régimen aprobara.

El nombre que se asomaba  era Manuel Rosales, presidente del partido político Un Nuevo Tiempo, que si bien es cierto que se enfrentó a Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del año 2006, ha tenido ciertas inclinaciones hacia el gobierno en los últimos años que han generado mucha desconfianza en torno a su figura. Por lo que, nadie considera a Rosales como un candidato confiable para entregarle los votos de toda la oposición.

Ahora, con una mujer de confianza de Machado, escogida por unanimidad entre los miembros de la Plataforma Unitaria (partidos políticos) y habilitada para ejercer cargos públicos, la estrategia de la oposición venezolana se consolida al tener a una candidata que, si el gobierno no atenta contra ella en los meses siguientes, reunirá bajo su nombre todos los votos que irían para Machado en caso de que ella no pueda participar como candidata.

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