Las municipales tendrán que esperar a la segunda vuelta
Comencemos por la ciudad de Roma. En la tan machista Italia, por primera vez una mujer, Virginia Raggi, puede gobernar la capital del Estado (Roma), pero aún deberá esperar a lo que suceda en la segunda vuelta, porque de momento su victoria es poco holgada. En todo caso, llama la atención el hecho de que no solo una mujer ha sido la más votada, sino que detrás de ella también está entre los más votados otra mujer, la postfacista Giorgia Meloni (heredera de Gianfranco Fini, líder de Alianza Nacional), que podría haber tenido muchos más votos si no fuera porque Berlusconi se negó a apoyar su candidatura al considerar que, siendo una mujer en avanzado estado de gestación, no podía ser madre y alcaldesa a la vez. En todo caso, resultaba bastante previsible que al PD le fuera mal: tras haber tenido hasta tres alcaldes de su partido (Francesco Rutelli (1993-2001), Walter Veltroni (2001-2008) y el destituido hace unos meses Ignazio Marino (2013-15)), los romanos no debían tener la más mínima gana de tener otro alcalde de un partido que ha dejado una tremenda deuda de 14.000 millones de euros y una ciudad colapsada en todos los sentidos.
En todo caso, Raggi, de ser finalmente la elegida el 19 de junio (fecha de la segunda vuelta), tendrá por delante un reto francamente difícil: no sólo gobernar una ciudad con fama de ingobernable y en la que además se ha infiltrado la Mafia, sino también demostrar que su partido, el Movimiento Cinque Stelle, es capaz de gobernar con eficacia ciudades importantes, ya que, por ejemplo, ha tenido ya en los años anteriores bajo su control las alcaldías de Livorno y Parma, y la gestión en ambas no ha sido precisamente buena. De todos modos, vamos a esperar a que se confirme esa victoria, pero lo que sí deja claro es que Cinque Stelle recupera brío tras la pérdida de votos tanto en las europeas de 2014 como en las regionales de 2015, porque también le ha ido bien en ciudades importantes como Bolonia o Trieste, aunque haya todavía muchos municipios donde su presencia resulta insignificante (cuando no directamente nula).
Mientras, el PD de Renzi tiene como gran esperanza para ´salvar los muebles´ la ciudad de Milán, capital de Lombardía, donde su candidato, Giuseppe Sala, ha sido el más votado pero con poco margen sobre el candidato conjunto de Forza Italia y Liga Norte. Perder Roma sería un golpe importante para el PD, pero ganar Milán constituiría un auténtico golpe de efecto para un partido que sigue siendo oficialmente de centroizquierda. Lo cierto es que de momento Matteo Renzi solo se ha llevado dos satisfacciones importantes: Cagliari, donde su candidato se hizo con el 50.9% de los votos y por tanto no requerirá de segunda vuelta, y Bolonia, donde el 39.46% que logró Virginio Merola casi dobló la cifra obtenida por la candidata de la Liga Norte, aunque no debe olvidarse que Bolonia siempre ha sido uno de los feudos más importantes de la izquierda italiana y por tanto lo esperable era la victoria del centroizquierda.
En lo que se refiere al resto de fuerzas políticas, la Liga Norte confirma su trayectoria ascendente, mientras la principal derrotada es, una vez más desde mayo de 2014, la Forza Italia de Silvio Berlusconi, que no hace más que perder votos. Sólo hay que ver lo que ha sucedido con su candidato para Roma, Alfio Marchini, un político que afirmó que si llegaba a alcalde jamás casaría a una pareja homosexual, y a quien solo han apoyado el 10.9% de los votantes. Si Berlusconi hubiera hecho como hizo en Milán (donde sí hubo acuerdo entre Forza Italia y la Liga Norte), entonces seguramente se hubiera encontrado con una realidad muy distinta, ya que el candidato conjunto, Stefano Parisi, ha quedado en esta ciudad en segundo lugar y a menos de un punto de Giuseppe Sala.
Queda por último un comentario hacia el ganador en Nápoles, el desde hace años Alcalde Luigi de Magistris. Aquí Renzi, ya lo dijimos en un ´post´ anterior, no puede decir que se haya llevado una decepción, ya que hace solo unas semanas estuvo de visita en la principal ciudad del sur del país y fue increpado por numerosos napolitanos. Eso sí, en Nápoles le han ido tan mal las cosas al PD que Renzi ya ha anunciado que enviará a un comisario para que se haga cargo de un partido desmantelado. El 19 de junio, como decimos, confirmaremos lo sucedido dos semanas antes.