´La libertad de la mujer no se realiza cuando aborta´

Esperanza Oña es alcaldesa de Fuengirola. En una intervención en el Parlamento andaluz hace unos días hizo una defensa rotunda del proyecto de la ley de protección del no nacido. Nos cuenta por qué.

La defensa que hizo usted de Gallardón tenía pasión. Afirmó: “yo soy una mujer y no voy a ser más libre por abortar”. Así empezó su discurso. Precisamente de esto es de lo que se discute. Se asegura que proyecto limita la libertad de la mujer.

Yo creo que la libertad de la mujer no es posible basarla en que aborte más o menos. La libertad de la mujer está vinculada a su capacidad de ser responsable, y ser responsable significa que cuando se toma una decisión hay que atenerse también a las consecuencias. Por otra parte, yo no pienso que la maternidad sea un obstáculo. Eso me parece, si me permite decirlo así, un poco machista. Es decir, como una mujer va a tener hijos o puede tenerlos, no me interesa para la empresa; como va a tener hijos o puede tenerlos, no me interesa que promocione. Hay dos posibilidades para luchar contra eso: o defendemos a capa y espada nuestra maternidad, o se aborta y se sucumbe al empresario machista. Entonces, yo creo que el camino que se está eligiendo es el que ha existido toda la vida, desde que existe la humanidad ha habido aborto, creo que es el momento de que apostemos por la maternidad y por eliminar los obstáculos que algunas veces la maternidad supone para muchísimas mujeres. Y eso se olvida en general en los Estados. Olvidan que la maternidad es un bien no solo para la mujer y la familia sino para la sociedad en general, y se olvidan de su protección. Es cierto que muchas mujeres, al quedarse embarazadas, tienen que pasar por grandes problemas, y eso me parece una tremenda injusticia en los momentos en los que vivimos.

Entonces, dice usted que el aborto es machista.

No he dicho exactamente eso. Digo que es una postura machista. Apoya o beneficia a las posturas machistas. El aborto a mí me parece que es siempre, siempre, un fracaso.

¿Y por qué cree usted que se reivindica como derecho y por qué cree usted que el Partido Popular se pone tan de lado en este asunto? Digámoslo claramente, a mucha gente en su partido le ha molestado que Gallardón haya puesto esto en marcha.

Eso no lo comparto, evidentemente. Y no creo que el aborto sea un derecho. Considero que los derechos y la libertad son cosas mucho más grandes e importantes. Un aborto, como ya he dicho, es un fracaso, es truncar una vida, y me parece que no hay problema en el mundo que justifique que nos convirtamos en verdugos y decidamos quién vive y quién muere. No lo veo como ningún logro, como ningún derecho, yo no creo que tenga derecho a mi cuerpo en ese sentido, cuando mi cuerpo contiene dentro un ser que no es inanimado sino que está lleno de vida. En ese caso, creo que ya no soy dueña de mi cuerpo. Tengo la responsabilidad de otra vida y naturalmente hay que darle paso. Por otra parte, no comparto que el PP, o cualquiera que crea que la vida es preferible a la muerte, se ponga de lado con este debate. Al contrario, creo que deberíamos ser valientes, no tener complejos, defender lo que creemos, y tendríamos muchos más votos. Yo siempre he pensado que el PP, en Andalucía y en España, tendría muchísimos más votos si decimos de verdad lo que creemos, sin ningún tipo de complejo, que si nos escondemos, nos damos la vuelta, miramos de reojo e intentamos disimular. Porque parece que nos queremos igualar al PSOE disimulando un poquito lo que somos. Yo creo que eso no nos conduce a nada. Para tener el socialismo, ya está el PSOE. Nosotros somos distintos, tenemos otros principios y debemos presumir de los principios que tenemos.

¿Por qué ha querido usted utilizar en sus argumentos una experiencia personal? Usted sufrió un aborto antes de tener a sus hijos, ¿por qué hizo mención a esa?

No lo tenía previsto en absoluto, como no tenía previsto casi nada de lo que finalmente dije. Fue una intervención muy sentida, creo que se nota perfectamente que es una intervención que hago además con una profunda convicción. Pero es verdad que dije “yo no he abortado nunca y no soy por eso una mujer menos libre y comprometida con mi tiempo”. Y en ese momento me acordé del hijo mío que no nació, porque se produjo un aborto espontáneo, y me parecía un acto de lealtad y de recuerdo cariñoso a esa vida que no se produjo, diciendo sencillamente: “bueno, aborté una vez, no quise que sucediera y lo pasé mal”. Lo que hice simplemente fue otro acto más de espontaneidad, de ternura en ese momento, y también de tremenda tristeza porque lo pasé francamente mal.

Extracto de una entrevista realizada en el programa La Mañana del Fin de Semana de Cope.