La hecatombe de Amuay

Ello sin contar a quienes se encuentran desaparecidos hasta esta fecha y los destrozos causados a más de 250 viviendas, locales comerciales e industriales, que se hallaban en zonas adyacentes a la refinería, así como al destacamento 41 de la Guardia Nacional, encargado de la custodia de las instalaciones. En este último fallecieron al menos 23 personas, entre guardias nacionales y familiares.
Los trabajadores de la refinería y buena parte de la población de sus alrededores, venían señalando que se percibía un fuerte olor a gas. El diario El País, de España, publicó que el Ministerio de Petróleo y Minas, por boca de su ministro, Rafael Ramírez, quien además es el presidente de Pdvsa, atribuyó la explosión a un escape de gas. Informa el diario que "una de las válvulas de la esfera 206 se había dañado tres días antes". "La mandaron a reparar, pero la fuga continuó", dijo un trabajador de Pdvsa que por temor a ser despedido mantiene su nombre en reserva. "El viernes por la tarde llovió y la humedad contribuyó a que el gas se acumulara en el patio de las esferas, continúa el trabajador". El presidente y candidato oficialista, se hizo presente en el sitio de la tragedia un día después, para desmentir la existencia de fuga alguna de gas y luego de declarar tres días de duelo, como si se tratara de un espectáculo, dijo que "la función debe continuar". Poco tiempo después felicitó al ministro Ramírez por sus "logros", así como al personal gerencial que se desempeña en la refinería.
Aun cuando el candidato presidente y la Fiscal General de la República han manifestado que se harán las investigaciones correspondientes, en el ánimo de la población existe la presunción de que esas averiguaciones no llegarán a nada concreto, ya que la experiencia indica que en otras tragedias similares, como el hundimiento de la plataforma deltana, la fuga de petróleo que contaminó el río Guarapiche, que surte de agua a la capital del estado Monagas; la explosión ocurrida en la fábrica de municiones de Cavim, en Maracay, y otras, nunca han tenido responsables. Además, la Asamblea Nacional se negó a debatir el asunto, sin dar explicaciones.
Esto, por supuesto, llena de indignación a la gente, dado que existe la convicción de que la principal industria del país se encuentra manejada de forma pésima. Todo ello a pocos días de las elecciones del 7 de octubre, lo que incidirá aún más en el pronóstico de que el candidato oficialista saldrá derrotado. Henrique Capriles, dando muestras de estadista, ha llamado a la unidad nacional y al establecimiento de las responsabilidades a que haya lugar.