La decisión suicida de Obama

Las mujeres no tendrán que renunciar a estos servicios por su coste, o porque su seguro no incluya la contracepción. Esta norma es coherente con las leyes de la mayoría de los estados que ya exigen la cobertura contraceptiva en los planes sanitarios, e incluye la exención prevista por la norma transitoria, que permite a algunas organizaciones religiosas no proporcionar esta cobertura para la contracepción. A partir del 1 de agosto de 2012, la mayoría de los planes sanitarios nuevos y renovados tendrán que cubrir a nivel nacional estas prestaciones, sin que las mujeres tengan que contribuir para pagar su coste.

Después de valorar las observaciones, hemos decidido añadir un elemento ulterior a la norma. A las organizaciones sin ánimo de lucro que, sobre la base de sus convicciones religiosas, no prevén actualmente la cobertura contraceptiva en los seguros sanitarios de sus empleados, se les concede un año de prórroga, hasta el 1 de agosto de 2013, para adaptarse a la nueva ley. Las organizaciones interesadas tendrán que cumplimentar la solicitud de prórroga para la aplicación de la ley. Este año dará a estas organizaciones más tiempo y flexibilidad para adecuarse a las nuevas disposiciones.

Pedimos a estas organizaciones que no ofrecen la cobertura contraceptiva que informen a sus empleados de que pueden tener acceso a los servicios de contracepción en los centros sanitarios de su comunidad, clínicas públicas y hospitales, que ofrecen ayuda en este sentido en función de la renta. Seguiremos colaborando estrechamente con los grupos religiosos durante este periodo de transición para discutir sobre sus preocupaciones.

Los científicos han probado que el control de la natalidad tiene beneficios significativos para la salud de las mujeres y para sus familias, se ha comprobado que comporta una reducción importante de los costes sanitarios y los anticonceptivos son el fármaco más consumido en América del Norte entre las mujeres jóvenes y de mediana edad. Esta norma les facilitará el acceso a la contracepción, exigiendo su cobertura sanitaria y eliminando el copago.

Esta decisión es fruto de un examen atento también a la considerable preocupación que se nos ha planteado sobre la libertad religiosa. Creo que esta propuesta alcanza un justo equilibrio entre el respeto de la libertad religiosa y el mayor acceso a importantes servicios de prevención. La Administración mantiene su compromiso pleno de colaboración con las organizaciones basadas en su fe que promueven comunidades sanas y sirven al bien común. Y esta norma no tendrá impacto alguno sobre la protección que las leyes y reglamentos existentes en materia de libertad de conciencia ofrecen a los trabajadores sanitarios".

Era de esperar la respuesta de la Conferencia Episcopal católica de los Estados Unidos a esta traición de las promesas realizadas por el presidente Obama. Los obispos definen como "literalmente irracional" la decisión de incluir intervenciones para la esterilización, fármacos abortivos y anticonceptivos prácticamente en todos los planes de seguros sanitarios. "En efecto, el presidente nos está diciendo que tenemos un año para entender cómo violar nuestras conciencias", ha dicho el futuro cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal católica de Estados Unidos.

"Obligar a los ciudadanos americanos a elegir entre violar la propia conciencia y renunciar a la asistencia sanitaria es literalmente irracional. Es un ataque tanto al acceso a la cobertura sanitaria como a la libertad religiosa. Históricamente, esto significa desafiar y comprometer nuestra libertad religiosa (…). El gobierno no debe obligar a los americanos a actuar como si el embarazo fuera una enfermedad que hay que prevenir a toda costa", añade Dolan, pidiendo que la norma sea retirada. "La Administración Obama ha trazado una línea de separación sin precedentes", afirma. "Los obispos católicos se comprometen a trabajar con sus conciudadanos americanos para reformar la ley y cambiar esta normativa injusta. No dejaremos de estudiar todas las consecuencias de esta preocupante decisión".

A pesar de que esta semana ha recibido poca atención por parte de los medios laicos, absorbidos por las primarias republicanas, el conflicto entre la Administración Obama y los obispos promete ser uno de los aspectos más dramáticos de la campaña presidencial. ¿Qué harán los demócratas católicos que confiaban en la promesa de Obama de respetar la posición de la Iglesia? Un ejemplo conmovedor de cómo se sienten traicionados por el presidente es el comentario de mi amigo Michael Sean Winters en su blog National Catholic Reporter, titulado "Yo acuso", donde explica por qué no puede votar ya a Obama. Vale la pena leerlo, porque da una idea del sufrimiento de estos católicos (http://www.ilsussidiario.net/News/English-Spoken-Here/Politics-Society/2012/1/23/J-ACCUSE-Why-Obama-is-wrong-on-the-HHS-conscience-regulations/235110/). Por lo que a mí respecta, solo puedo volver a las palabras de Juan Pablo II a Monseñor Giussani: "Vosotros no tenéis patria, porque no sois asimilables a esta sociedad".

En cuanto a los obispos, continuad recordándonos, por favor, que el punto de partida para nuestros juicios políticos, y no sólo para esto, no es un discurso, ni una filosofía moral, ni una teología, ni una serie de valores, sino un acontecimiento: el encuentro con Cristo. No importa cuáles sean los retos que tengamos que afrontar, Él ya ha vencido.

Il Sussidiario