Ha caído Txeroki, queda mucha tarea
Los responsables de la lucha antiterrorista se temían que los etarras utilizaran la Cumbre de Washington para hacerse publicidad. Un atentado el pasado fin de semana hubiera obligado a Zapatero a hablar en el G-22 de los detenidos. La detención ha sido posible gracias a una información que manejaba la Guardia Civil en un día en el que De Juana estaba citado ante los tribunales británicos y cuando su extradición no está del todo clara.
La colaboración del país vecino y la voluntad de emplear todos los recursos policiales para acabar con ETA han dado resultado. No por eso hay que entusiasmarse. Tenemos experiencia de la capacidad de la banda para renovar a sus responsables. El camino a recorrer para vencer a ETA será largo y estará acompañado de un dolor que se prolongará. Lo importante es corregir los errores del mal llamado proceso de paz liderado por Zapatero en su primera legislatura y que los pasos, aunque sean lentos, se den dentro de la senda correcta. Mientras el Gobierno de Zapatero no vuelva a negociar con terroristas y se mantenga firme en la lucha policial, seguiremos avanzando.
La solución no es sólo policial, también es política. A pesar de que el Tribunal Supremo ilegalizara al brazo político de ETA, ANV (pudo haberlo hecho antes si el Gobierno hubiera tenido voluntad política), sus concejales siguen presentes en 40 ayuntamientos. Muchos de ellos siguen cobrando.
Solución policial, política y también cultural. El perfil de Txeroki, responsable del atentado de Barajas y autor material del atentado que acabó con la vida de dos guardias civiles en Capbreton, es el de un joven criado en un mundo cerrado, sin ideas y sin más horizonte que el de una violencia sorda. Sin una educación que sea una verdadera alternativa al nacionalismo revolucionario que genera este tipo de sujetos deshumanizados, la lucha contra el terror estará coja.