¡Felicidades!

Sí, hoy es día de felicitar a un sector de nuestro fútbol. Aquellas personas cuyos rostros salen poco o nada en la palestra de la actualidad deportiva. Hablo de técnicos y ayudantes dedicados a los pequeños, al futuro del fútbol. Entrenadores, ayudantes y chavales: la cantera. Los últimos logros del fútbol español a nivel de clubes y como combinado nacional no es algo casual. No son fascículos a parte de la vida de este deporte, de hecho, son un pilar fundamental.

De esto fui más consciente el pasado sábado cuando presenciaba ya casi dando por descontado la presencia de España sub 21 en la final del europeo que se está disputando en Israel. Es increíble mirar a nuestra selección y compararla con el resto de participantes. Existe una gran diferencia: los nuestros o ya son titulares en grandes clubes o suplentes con oportunidades. Desde De Gea hasta Rodrigo pasando por los Isco, Koke, Tello y compañía, España tiene presente y futuro. Algunos de  los bajitos de arriba, cuyo abandono parece próximo, parecen tener detrás gente que puede estar a su altura.

No se trata de ser prepotentes. Esto es un ejercicio de realismo. Podremos seguir ganando títulos o no, pero cierto es que hay mucha gente cuyo trabajo está siendo fructífero. Presenciamos a una generación que tras romper maleficios ha desplomado records como quien respira en cada instante.

Y mirar hacia abajo, no hace mirar al pasado con nostalgia sino con esperanza. ¡Lo que hemos visto y lo que nos queda! Mientras los mayores piensan en ganar la Confederaciones, los pequeños buscan una nueva conquista europea. Al tiempo que Xavi dosifica sus últimas clases en el césped viene Isco pidiendo pinganillo para ser el nuevo líder de España. Casillas, discutido y respondiendo con paradas eclesiásticas. Valdés, portero del mejor Barcelona de la historia y suplente con la absoluta. Sudando grandeza llega desde Manchester De Gea por si algún día estos dos faltan. Éstos son solo ejemplos de las evidencias que la sub 21 y los equipos muestran durante la temporada y en tiempos de competición con la selección.

Esta es la historia. Los unos conscientes de su edad y los otros de su maduración futbolística con un objetivo claro: no dejar huérfana de jugadores nacionales ni clubes ni selección con la exigencia que la historia personal y colectiva conlleva, seguir sumando prestigio a base de títulos y profesionalidad. Es evidente que no hay que mirar al mañana con escepticismo. No sí se sigue trabajando así.

Todos los equipos españoles están llevando a cabo un serio trabajo de cantera en los últimos años. Cada uno por distintas circunstancias. Está visto el resultado: bueno, bonito y, a veces, hasta barato.

Es evidente que ya no es casualidad. La generación de Eurocopa, Mundial, Eurocopa sí es excepcional por su gesta, pero, seguramente puedan venir otras que estén a su altura.

Todavía no se a que esperan los presidentes de los grandes de nuestro fútbol para volar a Israel, pluma en mano, y firmar a algunos de los que allí están para sus clubes. Si no son los nuestros, serán foráneos, al tiempo.

Hoy es día de felicitación para aquellos cuyos nombres muchas veces ni conocemos pero cuyo trabajo apreciamos.