Eurobono: una solución a la crisis financiera sin aumento de impuestos
El plan de rescate americano dará un ligero respiro al sistema financiero mundial, pero eso solo no bastará para salir de una crisis tan profunda. Es necesario que Europa asuma la responsabilidad de recuperarse, y en esta tarea tanto la Comisión Europea como la Banca europa de inversiones y el Banco Central Europeo deben ser serios para evitar que la crisis repercuta en las pensiones, el empleo y el crecimiento global.
Dados los vínculos que existen entre la política monetaria, que el Tratado relaciona con el mantenimiento de la estabilidad en los precios, y la heterogénea situación de los balances públicos en los Estados miembros, que impiden un estímulo para la política fiscal común, hacen falta nuevos instrumentos que generen nuevos recursos. De otro modo, difícilmente se podrán evitar los golpes a los objetivos contemplados en la Estrategia de Lisboa, que se puso en marcha con el objetivo expresamente declarado de convertir a la UE en la economía más competitiva y dinámica que se haya conocido de aquí al 2010.
En el contexto actual de crisis, este objetivo parece alejarse al mismo tiempo que se hace necesario relanzar la competitividad de la Unión y de la zona euro en el contexto internacional, a través de la introducción de nuevos instrumentos financieros que puedan dar un nuevo empuje al crecimiento y a la productividad europea. Nuevos instrumentos que permitan cubrir las lagunas y superar las dificultades actuales. Europa necesita un nuevo inicio.
Po este motivo, junto a mi colega Gianni Pitella, he presentado una Declaración escrita en el Parlamento europeo con el título "Eurobono, nueva estrategia de crecimiento", con la que pedimos a las instituciones europeas nuevos instrumentos, y con ellos un nuevo impulso, para las inversiones estratégicas europeas, con prioridad para las dirigidas al ámbito de las energías alternativas, investigación y desarrollo, innovación, capital humano, redes de transporte, banda ancha… Una propuesta, cuyas ventajas serían inmediatas, que a decir verdad nace en su raíz del histórico Plan Delors, concebido entre 1993 y 1994. Una propuesta avanzada que retoman, aunque con otra formulación, los ministros Tremonti y Brunetta.
¿Qué es el Eurobono?
Históricamente, la definición original es la de una obligación en la moneda de un país pero emitida fuera de ese país. Por ejemplo, un Eurobono en dólares emitido fuera de Estados Unidos, o bien obligaciones en dólares y marcos alemanes emitidas en Rusia; u obligaciones en liras emitidas en Argentina.
Sin embargo, en este momento, la definición de Eurobono se entiende como un instrumento de recogida de capitales de deuda que, a diferencia de otras fuentes de financiación comunitaria como el IVA o el PIB, no presenta un vínculo "nacional" evidente sino que está ligado al balance común. Característica esta última que le excluye de los conflictos entre los países europeos sobre sus saldos netos. Considerando que la suscripción del Eurobono es voluntaria, su uso permitiría efectuar cada vez una especie de "test de mercado" de la iniciativa que vayan a financiar. En la práctica, serviría también como sello de garantía respecto a la calidad de los proyectos propuestos por la UE.
Por ambas razones, no se trataría de introducir una nueva "tasa europea". No sería, de hecho, la contribución lo que haría interesante tal operación sino el ahorro. Es el momento justo para ofrecer una solución que se hace cada vez más indispensable para el crecimiento de la economía europea.