El Gobierno italiano acusa el desgaste en el poder
Así, y según la citada encuesta, el Partido Democrático (PD) obtendría en este momento un 30.1% de intención de voto, seguido muy de cerca por el Movimiento Cinque Stelle (27.3%). Todo ello pone de manifiesto el desgaste en el poder de más de dos años de gobierno y, sobre todo, la directa influencia que ha tenido la reciente dimisión de la Ministra de Desarrollo Económico, Federica Guidi, acusada de conflicto de intereses y cuya cartera ha asumido de manera temporal Renzi hasta que designe al nuevo ministro del ramo.
Por otra parte, en una segunda vuelta prevista, y según la nueva ley electoral que entrará en vigor en julio de este año, Cinque Stelle derrotaría al Partido Democrático (51.8 frente 48.2 por ciento). Antes, el partido de Renzi habría conseguido deshacerse de una previsible coalición de centro-derecha formada por Forza Italia, la Liga Norte y Frattelli d´Italia (el partido heredero de la antigua Alianza Nacional de Gianfranco Fini y que ahora dirige Giorgia Melloni) por 50.5 a 49.5 por ciento. En ese sentido, lo mejor para Renzi es que las elecciones no deberían celebrarse hasta el fin de la legislatura, prevista para comienzos de 2018, y que además Sergio Mattarella, dentro de la imparcialidad que se le presupone al Presidente de la República, tiene que verlo muy mal para convocar antes de tiempo esas elecciones generales una vez que la economía italiana parece que ha comenzado a atisbar la recuperación (ya creció un 0.8% en 2015 y espera doblar esta cifra en 2016, según las previsiones del Gobierno).
El gran problema para Renzi es que, en solo tres meses, se han juntado dos acusaciones de ´conflicto de intereses´ (aquello, por cierto, de lo que tanto se acusó en su momento a Silvio Berlusconi) a dos ministros diferentes de su gobierno: Maria Elena Boschi, por su relación familiar con el Vicepresidente de la ya declarada insolvente Banca Etruria (su padre Pier Luigi Boschi); y ahora Federica Guidi, por haber intentado favorecer a su pareja en relación a una empresa del sector petrolífero. No resulta de extrañar que hace unos días Renzi reconociera públicamente en un acto de su partido en Roma que había pasado ´una semana difícil´.
Lo mejor para Renzi es que, según esa misma encuesta, aún es el más popular de los líderes italianos, aunque cierto es que esta popularidad se ha desplomado a la mitad desde el verano de 2014, cuando alcanzó su cota más alta. Además, aunque la mayoría de los encuestados consideran que el Gobierno tiene la confianza suficiente, el 45 por ciento afirma que existen demasiados ´conflictos de intereses´ y que, por tanto, debe ir pensando en presentar su dimisión. Parecido opina otra encuesta realizada por el otro gran diario nacional, Corriere della Sera, que revela que el 80% de los italianos consideran que este caso merma la credibilidad del Gobierno, si bien la mayoría se manifiestan de acuerdo con la postura que ha tomado su Primer Ministro en relación a este tema.