El Estado Islámico pretende llegar a Roma
“Europa y América han hecho dos guerras contra un solo enemigo, Saddam Hussein, y ahora que en Iraq tenemos no uno sino miles de enemigos, Occidente no mueve un dedo”. Es la denuncia de Shlemon Warduni, obispo auxiliar del Patriarcado de Babilonia de los caldeos, que describe una situación al borde de lo inverosímil. Niños que mueren de sed, mujeres que se venden en el mercado, madres obligadas a dar a luz en los parques públicos, y la ciudad de Mosul donde desde hace dos meses está prohibida cualquier oración cristiana.
Monseñor Warduni, ¿cómo viven los cristianos iraquíes en este momento tan dramático?
Todos los iraquíes están muy inquietos porque nuestro futuro es verdaderamente oscuro. Nos falta un gobierno y en todo el país prevalecen los atentados, las bombas y los intereses personales, de partido o confesionales. La difusión del Califato es particularmente negativa para los cristianos. Los líderes del Estado Islámico (EI) quieren arrancarnos de esta tierra y quitarnos todos los derechos, los cristianos estamos viviendo aquí la noche de los tiempos. El EI ha dicho a los cristianos de Mosul y de la llanura de Nínive que solo les quedan cuatro alternativas: pagar la Jizya (el impuesto islámico), abandonar su tierra, morir o convertirse al islam.
Los periódicos hablan de decapitaciones y crucifixiones. ¿Están sucediendo de verdad?
Estas atrocidades están sacudiendo a los cristianos pero aún más a los Yazidi. Muchos de sus niños mueren de sed o malnutrición y sus mujeres han sido vendidas en el mercado para pisotear su dignidad. En las ciudades conquistadas del EI, todos los cristianos que trabajaban en la administración pública han sido detenidos. Obligan a los cristianos a escribir la letra “N” en sus casas, que a los pocos días son confiscadas. Nuestras mujeres y niños se ven obligados a dormir al aire libre, recientemente en una zona controlada por el EI una mujer cristiana dio a luz en un parque público.
¿Qué clima se respira en Bagdad en este momento?
En Bagdad no estamos tranquilos. Los secuestros y las explosiones son continuas, hay mucho miedo a la llegada del EI. Todo Occidente debe tomar en serio lo que está sucediendo en Iraq, porque la intención del Califato es la de ocupar el mundo entero, empezando por Roma.
¿Qué es lo que más necesita Iraq?
Cáritas y la Nunciatura Apostólica en Iraq están ayudando a los refugiados. Lo que más nos preocupa es sobre todo qué sucederá el próximo invierno, con cientos de miles de personas que se han quedado sin casa, sin escuelas, sin medicinas. En los próximos meses, con el frío y la lluvia, muchos morirán. Nos han arrancado de nuestras tierras y no sabemos qué nos espera en el futuro. La Iglesia se encuentra en una grave situación, y solo nos sostiene la voz del Papa Francisco. ¿Dónde están los jefes de Estado de Europa y América? ¿Y qué hace la ONU, que habla de derechos humanos pero luego no hace nada para frenar estas situaciones?
¿Qué pueden hacer las naciones occidentales?
Todo el mundo debe unirse para detener a los guerrilleros del EI, liberar Iraq y desplegar sobre el terreno un contingente internacional para proteger a los civiles, de otro modo nadie tendrá el coraje de volver a sus casas.
¿Una intervención occidental no podría crear aún más problemas?
Europa y América tienen el deber de intervenir. La paz de nuestros pueblos está destruida, la llanura de Nínive y otras grandes ciudades han caído bajo las armas del EI. Desde hace dos meses no hay una oración cristiana en Mosul, y Occidente como toda respuesta duerme. No basta con acoger a algunos refugiados iraquíes en Europa, lo que hace falta es resolver el problema de raíz. Los miembros del EI deben ser detenidos y las naciones que les proporcionan armas y otros medios deben ser castigadas.