`Convergencia de rodillas ante la CUP rompe el sueño de una independencia todopoderosa`

El escritor Valentí Puig, Premio Antonio Fontán de periodismo político, analiza en Páginas Digital la situación que está viviendo Cataluña.

Han pasado más de tres meses desde las elecciones catalanas y a solo unos días para que acabe el plazo para formar gobierno y tras el no de la CUP a Mas parece que la única salida es una nueva convocatoria de elecciones. ¿Qué le parece está situación?

Digna de una nota a pie de página en los manuales de la patología política. Cierto, le quedan muy pocos días de plazo a Artur Mas y, salvo que algunos diputados antisistema de la CUP sucumban a la tentación de un tamayazo o emerja otro candidato de Junts pel Sí, como un Junqueras generosamente dispuesto a salvar Cataluña, habrá unas terceras elecciones anticipadas. La Cataluña real va a pagar los platos rotos de la Cataluña irreal. En el comentario de Artur Mas a la decisión negativa de la CUP pudo verse en plenitud todo su perfil: incompetencia y autismo político, falta de sentido histórico, desatención a valores democráticos como el pluralismo y un afán de supervivencia que parece querer eludir, tal vez, la situación de desaforado.

La celebración de nuevas elecciones, después de todas las negociaciones y de la victoria de Podemos en Cataluña en las generales, ¿cambiará mucho el panorama?

Tocqueville dijo que nadie que haya estado presente en la destrucción de organizaciones sociales o religiosas puede predecir lo que vendrá a continuación. Y Artur Mas ha dividido a la sociedad catalana, ha liquidado la coalición con Unió, ha destruido Convergencia y, entre otras cosas, por no insistir en que nada aclaró de la corrupción pujolista, deja el valor institucional de la Generalitat bajo cero. Ha dañado gravemente la relación entre la Generalitat y el gobierno de España. En fin, logra aniquilar el patrimonio de lo que fue el catalanismo clásico. ¿Quién puede saber lo que vendrá después aparte de polarización, más inestabilidad y abstencionismo?

La CUP, con 10 diputados en el Parlament, tiene o ha tenido hasta ahora la llave de la gobernabilidad en Cataluña. En la asamblea que celebraron para decidir sobre el apoyo de la investidura de Mas se produjo un asombroso empate a 1515. Ahora, después del no a Mas, su líder Antonio Baños renuncia a su acta de diputado por no poder defender esa decisión. ¿Cuál es el objetivo de este partido? Después de estos episodios, ¿qué opciones tendría en unas nuevas elecciones?

La CUP es un partido antisistema que propugna abolir el euro, salirse de la Unión Europea y, por supuesto, desconectar con España. De hecho, no se presentó a las recientes elecciones generales. Baños era su líder parlamentario pero la CUP en realidad no tiene líder sino un asambleísmo caótico. Manifiestamente, niega el derecho a la propiedad privada, la noción de lo religioso y tiene por prioridad el logro de una república catalana. Algunos vemos eso como un programa de incivilización. Si Ada Colau irrumpe en el escenario autonómico, parte de la CUP tal vez la siga.

El gran protagonista del bloqueo para formar gobierno es el presidente en funciones Mas. Sus socios de ERC han abierto la puerta a que se retire y deje paso a otros nombres, pero él se resiste a abandonar su puesto. ¿Qué pretende con esa decisión? ¿Cuál es su papel ahora? ¿Qué opciones tiene?

Tantas incógnitas. ¿Es que lo que quede de Convergencia va a presentarse a las nuevas elecciones? ¿Con Mas como cabeza de lista? Desintegrada la candidatura de Junts pel Sí, ¿puede ERC convertirse en el nuevo eje del nacionalismo radical? ¿Va a dividirse la CUP? ¿Tiene recorrido Unió? ¿Es factible alguna forma de estrategia concertada entre los partidos constitucionalistas? ¿Cuál será la opción de Adau Colau después de que su apoyo a la versión catalana de Podemos haya sido tan efectiva?

En las elecciones generales de diciembre venció Podemos en Cataluña, asociado a Ada Colau. ¿Por qué tiene tanto éxito en Cataluña? Su propuesta de convocar un referéndum, ¿es la solución para el problema del desafío soberanista?

Ada Colau tiene éxito sobre todo en Barcelona, un éxito ilustrativo de la desorientación de una sociedad cuando no se le ofrecen debates racionales, opinión articulada, pluralismo crítico y cuando se ve llevada a callejones sin salida, con alternativas económicas impracticables. Si confirma su grupo propio en el Congreso de los Diputados, el espectáculo está garantizado. Esa parece ser una condición impuesta a Pablo Iglesias, como la convocatoria de un referéndum. De todos modos, quizás exista la posibilidad de que el desafío soberanista vaya pasando a segundo plano entre otras cosas por la manifiesta fatiga y desconcierto de las clases medias que hasta cierto punto lo veían como una solución ideal. Ahora van constatando que la realidad se impone y que la secesión carecía de suficientes apoyos sociales, por mucho que dijeran los medios de comunicación vinculados a la aventura de Mas. Haber visto a Convergencia de rodillas ante la CUP ha roto la ensoñación de una independencia que lo solucionaba todo y mañana mismo. Vamos a un mapa radicalmente distinto. Tendría lógica, a pesar de toda la ilógica que hemos vivido, que el riesgo Ada Colau reactivase estrategias de centro, centro-derecha, centro-izquierda, aunque ciertamente no abundan líderes capacitados para lograrlo.