Cataluña se merece pasar página

Usted ha estudiado con profundidad el pensamiento personalista de Mounier. ¿Sigue teniendo actualidad? ¿Por qué?

En un contexto intelectual y sociopolítico en el que emerge con fuerza un darwinismo social, de la mano de un ultra-liberalismo y de una corriente libertaria que cuestionan el principio de justicia social y minimizan el papel del estado y las políticas de bienestar social, el personalismo comunitario tiene plena vigencia. Como matriz inspiradora, el pensamiento de Mounier afirma la centralidad de la persona y la necesidad de construir comunidades que promuevan la humanización de los individuos y hagan posible la equidad. Desde su optimismo trágico, el filósofo francés postula una antropología basada en la relación interpersonal, a la manera de Buber, y un compromiso con la transformación de la realidad, más allá de los apriorismos ideológicos, a la luz de los desafíos de cada época.

Cataluña registró en 2022 un récord de suicidios. Sucede algo parecido en el resto de España. Muchos de los suicidas son jóvenes. ¿En qué hemos fallado?

La salud mental, no solo de los adolescentes sino de la población en general, constituye un tema de máxima preocupación. Las políticas públicas deberían priorizar este problema, articulando mecanismos terapéuticos accesibles para todo el mundo en condiciones de gratuidad. La reciente pandemia acentuó la experiencia de soledad, la percepción de fragilidad y la vivencia de un vacío existencial. A su vez hay que combatir la idea de que el suicidio asistido constituye un derecho, de que suicidarse es un acto de libertad individual.

Vivimos en una auténtica emergencia educativa. Y no lo digo solo por los resultados del informe PISA. ¿Cómo retomar una educación que ayude de verdad al desarrollo de la persona?

Los resultados de las últimas pruebas PISA no son una sorpresa para la comunidad educativa. En Cataluña, vienen precedidos por los resultados de las pruebas censales de competencias básicas de sexto de Educación Primaria y de cuarto de ESO, de los datos relativos al abandono escolar temprano y de los resultados de las pruebas PIRLS de comprensión lectora. El conjunto de estos indicadores muestra una evolución negativa los últimos años. Para explicar la situación hay que tener en cuenta diversos factores. En primer lugar el COVID-19; en segundo lugar la complejidad creciente de nuestro mundo, y la presión a la que está sometida la escuela, como si ésta fuese capaz de resolver todos los problemas sociales; en tercer lugar, las limitaciones presupuestarias y la tentación de las autoridades, de querer transformar a fondo y con rapidez el sistema educativa, olvidando que, en educación, los cambios son lentos. En España, la sucesión de leyes orgánicas de educación ha creado inestabilidad y ha contribuido a promover un clima de perplejidad, muy alejado de la necesaria estabilidad que requiere una innovación pedagógica fructífera

¿Por qué considera Junts necesaria una amnistía para las personas implicadas en el procès?

Yo no soy de Junts, aunque formé parte del grupo parlamentario de JxCAT en la anterior legislatura. Mi opinión personal es que Cataluña se merece pasar página de una época que podríamos denominar como procesista y empezar otra que se caracterice por centrarse en el autogobierno, priorizando los grandes consensos sobre políticas de bienestar social, sobre la mejora de la financiación ordinaria y la ejecución de las inversiones, sobre la promoción de la lengua y la cultura catalanas y otras cuestiones que afectan a la ciudadanía. La amnistía es condición de posibilidad para que esto se produzca. Creo que España tienen un problema relativo a la independencia del poder judicial y a la judicialización de la política, y esto interfiere en la voluntad de aggiornamento de la sociedad catalana.

En el conjunto de España, si hacemos caso a las encuestas, hay una mayoría de personas que rechaza la amnistía ¿por qué cree que se produce esta reacción?

En esta reacción convergen varios factores. Por un lado los que utilizan la catalanofobia como táctica política para ganar adeptos, por otro aquellos que consideran injustificada una medida de esta naturaleza, aunque pueda ser constitucional y tenga precedentes en España. Podríamos añadir más casuística, a caballo entre el maquiavelismo y la buena fe.

Dentro de la comunidad católica hay sensibilidades diferentes en torno a las cuestiones de  actualidad política. Hay responsables de la comunidad que consideran que promover un proceso de autodeterminación es ir en contra del valor moral de la unidad. Hay quienes lo consideran necesario. ¿Qué le sugiere esta diferencia de criterios? 

En general, opino que los obispos deberían matizar mucho sus opiniones, dado que hoy en día la feligresía es muy plural. En todo caso hay temas claramente doctrinales y otros, más bien coyunturales. Considerar la unidad de España como un bien moral me parece insensato y excluyente para muchos católicos, como yo mismo. No creo que el hecho de ser cristiano deba definir mi identidad nacional y cultural.

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