Política de la conversación
La Sala de Juntas de la Facultad de Derecho de la UCM ha sido testigo en los últimos días de una conversación sobre el manifiesto de Comunión y Liberación “La aventura de descubrir al otro: también en política”. Los invitados a la mesa redonda eran Dalmacio Negro Pavón, prestigioso catedrático emérito de Teoría Política; Rafael Palomino Lozano, catedrático de Derecho Eclesiástico; Pilar Peiteado, profesora titular de Derecho Procesal; y Prado Esteban, educadora infantil y autora del blog “Estar de pie es propio del que lucha”.
Prado Esteban denunció la partitocracia actual, en la que prevalece el interés del Estado. Rafael Palomino resaltó el atractivo de un manifiesto que pone el acento en el bien que supone “el otro” y recomendó el capítulo IV de “Amoris Laetitia”. En relación con la Transición española a la democracia y los mitos fundacionales, sugirió la lectura de “Insumisos” de Todorov, donde se ve, por ejemplo, cómo Etty Hillesum propone la política de la conversación, apostando por nuestra común humanidad. Según Pilar Peiteado, “el punto de partida del manifiesto, recogido en el título, es fantástico”. Pero “salir al encuentro del otro es algo costoso, que en España no estamos acostumbrados a hacer. Las situaciones excepcionales sacan a la luz lo que hay”. Dalmacio Negro subrayó que “para que haya democracia, debe haber libertad política”. El profesor Negro se mostró muy negativo al valorar la situación de la libertad política.
En el coloquio con los alumnos la profesora Pilar Peiteado aseguró que “necesitamos esperanza, pero no una esperanza ñoña, sino fundada, potente y activa. Los profesores universitarios os ofrecemos formación, algo muy importante y pocas veces valorado por los alumnos. Vuestro mejor servicio al mundo es estudiar, acoger la variedad que os encontráis en la universidad pública, aprovechad las ofertas, no os conforméis con lo cómodo y fácil”.
Dalmacio Negro recordó que la misión de la universidad, según Ortega, es hacer caer en la cuenta de lo que nos pasa. Es decisivo situarse en la realidad. Necesitamos realismo. ¡Realidad y verdad son lo mismo!